Hace unos meses llegó una actualización de la versión de este fascinante deportivo que sigue asombrando y maravillando a las gran mayoría de amantes de los vehículos de altas prestaciones, esto supuso una clara apuesta de Nissan por no dejar oxidar al GT-R y permitir seguir ganando adeptos y, sobre todo, clientela.
Ahora, sin haber salido de la tormenta económica, parece que la fusión entre Nissan y Renault puede costar un disgusto a muchos ya que, de momento, el proyecto de trabajo del nuevo R36 está detenido. Según hemos sabido, Carlos Goshn, máximo responsable de las marcas, no ha autorizado el presupuesto que supondría el pistoletazo de salida del proyecto de I+D que diera lugar al sucesor del actual GT-R.
Esto supondría que, en el mejor de los casos, quedaría relegado, como poco, hasta 2018 y no 2014 como suponíamos.
Inciertidumbre en todos los aspectos
Igualmente, otro golpe al futuro del vehículo ha sido la salida de Kazutoshi Mizuno, ingeniero jefe de Nissan en el GT-R35, y digamos, canalizador de ideas del anterior modelo. Es más, parece que las exigencias del mercado podrían hacer ver en unos años, un prototipo con un motor de cubicaje más modesto que el anterior biturbo V6 de 3,5L y pasar a un cuatro cilindros en línea y menos de dos litros apoyados en motores eléctricos o bien, directamente, si la evolución de los sistemas completamente eléctricos lo permite, un GT-R36 eléctrico.
Sea como fuere, lo único que parece claro es que nos queda aún tiempo por disfrutar del R35 forzosa o voluntariamente.
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