Durante el verano cuando muchos están de vacaciones se presenta la temporada alta en lo que a circulación de vehículos se refiere tanto en vías, carreteras y autopistas. No obstante, esta temporada representa peligros pues muchos conductores tienden a ir más rápido ya sea porque conducen por placer o por haber ingerido bebidas alcohólicas, lo que incrementa en gran manera los accidentes de tránsito. Sin embargo, con la ida del verano llega el otoño, y según ciertos estudios de publicaciones importantes se ha determinado que el número de muertes en accidentes de tránsito son muy altos en otoño, en lo que en los meses de octubre, noviembre y diciembre se ven incrementados en una escala mayor. Pero, ¿Qué hace que el otoño tenga ciertas particularidades que pudiesen ser peligrosas? Pues esto hace que esta estación complique la conducción de muchos conductores: oscurece antes, la niebla impide la visibilidad, las tormentas producen charcos en la calzada y la particularidad más común, el ver la cantidad de hojas caídas sobre el pavimento. Todo esto en conjunto hace que las carreteras sean mucho más peligrosas de lo que se piensa.
Después del verano, hay que hacer una revisión exhaustiva del coche, pues muchos componentes tienden a deteriorase por causa del calor inclemente del verano. Las gomas del limpiaparabrisas tienden a romperse o ya no retiran el agua, lo que puede ocasionar una mala visión durante un chaparrón. Los neumáticos también sufren ya sea por una mala presión o porque el calor excesivo puede cuartearlos, también toca revisar las diversas bombillas del sistema de iluminación del vehículo y comprobar que todas enciendan. Revisar y hacer el mantenimiento adecuado del climatizador también cuenta pues el mismo no solo provee una temperatura confortable en el habitáculo, sino que el mismo evitará que se empañe el parabrisas o los cristales de las puertas, ya que al entrar o salir del auto el vaho se encuentra presente. No está de más ir un poco más allá y revisar otros aspectos de nuestro vehículo como la suspensión, los frenos, el filtro y el aceite, así como también la batería, pues todos estos componentes le darán un mejor rendimiento a nuestro auto durante esta estación donde se mantiene una alta inestabilidad atmosférica.
Consejos para conducir en otoño
Con la inestabilidad del tiempo en esta estación desaparecen los días soleados y el buen tiempo, los cuales son sustituidos por la niebla y la lluvia. Por ello es recomendable circular con las luces antiniebla encendidas, pero en cuanto a las antiniebla traseras, esta debe encenderse únicamente cuando la visibilidad es inferior a los 50 metros, pues de lo contrario podría cegar a los conductores que vengan detrás de usted. Adicional a esto, las hojas caídas en el pavimento que se mesclan con el agua representan un alto riesgo. Por ello, en presencia de ellas conduzca prudentemente y evite frenar bruscamente o hacer maniobras para esquivar animales, pues esta acción puede provocar derrapes o salidas de la calzada. Las hojas secas al mojarse con la lluvia pueden ocasionar el llamado efecto aquaplaning, por lo que debe mantenerse atento a esto.
Cuidado con el cansancio
Debido a la falta de luz, el sueño de los conductores se incrementa al igual que el continuo uso de la calefacción tiende a producir un repentino cansancio, de modo que se puede presentar un riesgo al reaccionar a tiempo ante la proximidad de un obstáculo. La somnolencia es muy peligrosa y esto puede deberse a la falta de sueño durante la noche. Por eso un conductor no debería conducir si no ha descansado bien. Si al conducir sientes los primeros síntomas de somnolencia, haga una parada cada dos horas ya que el estirarse ayuda bastante. También beba suficiente agua ya que cuando te hidratas lo suficiente se reduce el peligro de cerrar los ojos durante el manejo y el nivel de concentración detrás del volante se mantiene más alto.
Si te sorprende la lluvia
Si al estar conduciendo somos sorprendidos por algún chaparrón debemos hacer algunas cosas. Enciende los faros para que seas visto por lo demás conductores, sobre todo por aquellos que circulan por el lado contrario, pero no enciendas las luces altas pues podrías cegarlos y son innecesarias durante una tormenta. Conduce por la trazada del coche que tienes adelante y mantén una distancia prudencial para poder compensar las frenadas. No frenes bruscamente o de manera excesiva, sino que mantén la distancia y pisa el freno de manera suave. Evita aquellas rutas que se conocen por la excesiva acumulación de charcos para evitar el aquaplaning. Reemplaza los limpiaparabrisas desgastados inmediatamente y asegúrate que los faros y las luces de freno funcionen correctamente. Señaliza tus movimientos con antelación ante los demás conductores como cuando vas a cambiar de canal o girar usando las luces direccionales con tiempo de antelación, recuerda que la visión se ve afectada con el pavimento mojado y las distancias de frenadas son más largas. Sí, los cambios en la meteorología durante el otoño exigen más atención de nuestra parte, de este modo podemos actuar con diligencia si nos encontramos con elementos o situaciones adversas durante nuestro viaje.
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