Como conductores y dueños de coches, nuestra prioridad es que siempre funcionen bien y no presenten ninguna falla. No hay otra manera de sentir toda la confianza que necesitamos cuando nos trasladamos de un lugar a otro, pero para eso, es necesario que mantengamos nuestro vehículo al día. Ese tema toma gran importancia, sobre todo en temporada de vacaciones, si nos disponemos a viajar a la playa, a la montaña, o a cualquier estado para visitar a nuestros familiares y amigos más cercanos. Si nuestro coche no es de años recientes debemos tener un cuidado especial con todas aquellas partes y piezas que tienden a desgastarse por los años de uso.
A nivel mecánico, hay algunas piezas que sufren más desgastes que otras. A veces es más difícil saber cuál de ellas se desgasta más o cuándo hay que sustituirlas y nos damos cuenta solo cuando nuestro coche comienza a fallar. En los talleres podemos solicitar un chequeo de las distintas piezas mecánicas y saber si debemos reparar o cambiar alguna; pero se han visto casos en donde el escaneo o chequeo resulta del todo positivo, y al otro día nuestro coche comienza a fallar. Todo es relativo, y los problemas se presentan cuando menos lo esperamos.
Una de las fallas más comunes en los coches es cuando se presenta una falta de potencia. ¿A quien no le ha pasado que al circular, y de manera repentina, nuestro motor comienza a perder la fuerza? Seguramente a más de uno. Si actualmente usted tiene este inconveniente, ¿sabe cuál es la razón?
Existen algunas fallas que son cotidianas, por así decirlo, y que llevan a nuestro motor a sufrir perdida de potencia. Generalmente las causas son de fácil solución, y todo dependerá de que las atienda a tiempo y en el menor tiempo posible. Siempre debemos prestar mucha atención a estos detalles para evitar males mayores a nuestro propulsor, y gastar la menor cantidad posible de dinero por concepto de reparación.
Revise los inyectores
Los inyectores cumplen con la función de suministrar la cantidad de combustible necesaria al motor, y si alguno de ellos falla, se puede degenerar en pérdida de fuerza. Si alguno de los inyectores falla notaremos que nuestro motor se verá limitado en cuanto a velocidad, aunque el consumo de combustible sea mayor.
Cuando los inyectores fallan, el motor comienza a dar tirones sobre la marcha, y es probable que se detenga, se apague y expida un olor a gasolina cruda, sin quemar. Si pasamos por esos detalles es importante acudir al mecánico para que les realicen una limpieza o, en el peor de los casos, tengan que sustituirse.
Falta de aire o turbo roto
Esa es otra de las razones más comunes por las que perdemos potencia en el coche. La falta de oxígeno al cilindro tiende a disminuir la fuerza y lo notaremos inmediatamente. Un mal funcionamiento del caudalímetro puede ser una de las razones. El caudalímetro es esa pieza que mide el flujo de aire que recibe el cilindro. Esta pieza manda señales de manera eléctrica a la centralita del coche. Una rotura en el turbo también provoca pérdida de potencia, incluso, si el filtro de aire está muy sucio también causaría esta falla, ya que el motor no respira de forma correcta. También se aconseja revisar la válvula que regula el funcionamiento del turbo.
El aire acondicionado y electro ventilador
Aunque a usted le cueste creerlo, hay algunos conductores, sobre todo los que apenas se están iniciando, que no sabían que al encender el aire acondicionado el coche pierde potencia. Por ello, se recomienda a quienes apenas se están iniciando a que tomen en cuenta todas las previsiones del caso cuando enciendan el aire acondicionado de su coche, sobre todo si se encuentran circulando por pendientes y piensan adelantar a otros coches.
El electro ventilador forma parte del sistema de refrigeración de nuestro coche, pero a veces, cuando el coche se expone a temperaturas extremas, sobre todo al circular por zonas de mucho calor, es posible que funcione a tope y ello cause también una pérdida importante de potencia. Se estima que esta pérdida puede ser de unos 2 caballos de poder.
Sistemas electrónicos
Los sistemas electrónicos de nuestro coche pueden causar fallas cuando se averían. Estos sistemas generalmente necesitan la atención de algún electricista experto para su chequeo, y cuando fallan, provocan perdida de potencia o incluso detienen e motor para evitar males mayores. A veces, luego de algunos minutos es posible encender el vehículo y continuar el recorrido, sin embargo, debemos llevarlo al taller para que se le practique una revisión a fondo y se llegue al origen del inconveniente.
Rodamientos en mal estado o piezas que rozan
Los rodamientos son parte fundamental para que nuestro coche ruede y circule de manera ligera. Cuando los rodamientos se pegan, se dañan o les falta engrasar, generan un tipo de fuerza de aguante y hacen que se forcé el motor. A veces, algunas piezas como las pastillas de los frenos se instalan mal y se pegan, lo que provoca que al rodar el coche vaya forzado. Debemos acudir a nuestro mecánico de confianza para corregir estos desperfectos y evitar el desgaste innecesario de las pastillas o daños en el disco o tambor.
Bujías
Otro detalle de interés que no debemos dejar de chequear. Cuando alguna bujía falla, sentimos como nuestro motor pierde fuerza o comienza a dar algunos tirones. Se recomienda sustituir las bujías almenos una vez al año.
En estas vacaciones esté pendiente de cada detalle, recuerde que lo principal es llegar seguros a nuestro destino. Evite fallas, realice un mantenimiento periódico a su coche y mantenga al día todas las piezas que sufren más desgaste; recuerde acudir a su mecánico en caso de dudas.
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