Cuando adquirimos un automóvil ya sea de paquete o de segunda mano es de vital importancia dirigirnos a alguna compañía aseguradora y comprar una póliza de seguro que ampare ese bien recién adquirido. Y es que al conducir un vehículo ya sea en la calle, carretera o autopista existe siempre el riesgo latente de tener un accidente, de modo que el dicho popular que reza: "Mejor es tener un seguro y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo", se convierte en una verdadera realidad en estos desafortunados momentos. Ahora bien, todos sabemos que existen tres coberturas que de acuerdo con nuestras necesidades podemos escoger, ellas son: Cobertura de Responsabilidad Civil, Cobertura Limitada y por último la Cobertura Amplia.
Cobertura de Responsabilidad Civil
Esta cobertura es la más común que se contrata, no solo por lo bajo que cuesta en comparación con las demás pólizas sino porque hay vehículos que por la edad que tienen no pueden ser amparados por completo por las aseguradoras. Aun así esta póliza es de carácter obligatorio para cualquier vehículo motorizado que salga a circular a la calle. Esta cobertura solo cubre los daños o lesiones que el vehículo cause ya sea a otras personas como a los bienes; lo que no cubre son los daños materiales propios, es decir, el propietario debe reparar su vehículo por cuenta propia, y tampoco cubre si el vehículo es robado.
Cobertura Limitada
Esta póliza cubre aquellos daños que ocasione el coche, las lesiones a personas, defensa jurídica y los gastos médicos. Además cubre los bienes dañados y el robo del vehículo. Lo que no cubre son los daños causados en el vehículo asegurado y por ende su propietario debe correr con todos los gastos para reparar su auto.
Cobertura Amplia
Esta póliza es de cobertura completa por así decirlo que cubre casi todos los daños; no solo los que cause el coche sobre los bienes y las personas sino también el robo del auto asegurado y los daños que se hayan causados sobre el mismo. No obstante, como dijimos no cubre algunos daños que a continuación serán especificados para tenerlos en cuenta por si alguna eventualidad nos suceda o los causemos, ellos son:
Daños hechos con intensión
Si al querer ganarle el paso a otro conductor chocamos nuestro coche con el de él, la compañía de seguro no asumirá los gastos del coche que chocamos y mucho menos el nuestro; así que si en alguna oportunidad sientes rabia o coraje con otro conductor que te cierra el paso, mejor piénsalo y cálmate pues el seguro se deslindará de esta acción.
Daños causados por obras viales
Si al circular por la calle, carretera o autopista nuestro vehículo sufre un daño ya sea por el golpe de alguna grúa, o si alguna obra, cartel o a consecuencia de alguna acción que se esté ejecutando dañe nuestro auto, este daño debe ser reclamado ya sea a la empresa responsable del trabajo o al gobierno municipal donde se esté ejecutando la obra.
Robo por parte de familiares o empleados
Si decidimos prestarle nuestro auto a un familiar, ya sea este nuestro cónyuge, hijos o algún otro, como si también se lo prestásemos a un empleado nuestro y este decida no devolverlo, no nos molestémos en repórtalo al seguro pues el mismo se desvinculará del hecho pues considerará que fue un abuso de confianza y no responderá por el hurto.
Exceso de personas y conducir bajo efectos del alcohol
Todos los coches vienen para una capacidad de personas, si el nuestro vino para cinco plazas pero llevamos 6 personas y tenemos un siniestro, lamentablemente perderemos el derecho de pago por parte de la aseguradora y además seremos sancionados con una multa por exceso de pasajeros; de igual modo si al tener un siniestro no pasamos la prueba del alcoholismo, así no estemos en condición ebria, nuestro seguro se deslindará de toda responsabilidad.
Caída de árboles por tala o por poda
Si un árbol llegase a caer sobre nuestro coche por ser talado o alguna rama podada y cause daños, estos no serán cubiertos por nuestra aseguradora, en este caso debemos demandar el reclamo sobre la empresa responsable del trabajo efectuado; pero si ocurre por un evento natural como una tormenta, este si será cubierto por la compañía aseguradora.
Causar daños y darse a la fuga o participar en carreras
Si causamos un daño con nuestro auto y en lugar de detenernos en el sitio del siniestro nos damos a la fuga, estaremos cometiendo un delito y nuestra aseguradora no nos responderá por los daños causados y muchos menos nos brindará asistencia legal si hemos sido denunciados por el hecho. Lo mejor es quedarse a esperar que llegue un funcionario de tránsito para que levante el siniestro y así resguardarnos nosotros también. De igual modo si participamos en carreras o en aquellos llamados piques de coches y tenemos un siniestro, nuestra aseguradora no cubrirá el evento y todos los daños correrán bajo nuestra responsabilidad.
Un último detalle que las aseguradoras tampoco cubren son los neumáticos robados bajo ningún concepto. Como vemos, es de vital importancia en estos tiempos de crisis cuidar nuestro bolsillo y nuestro bien, ya que al adquirir un coche estamos invirtiendo nuestros ahorros y con ello nuestro esfuerzo de mucho tiempo. Es por ello, que una póliza de seguro es sumamente importante y marca la diferencia entre endeudarte por años y hasta perder el auto por completo o librar un siniestro sin mayores complicaciones. Si no aseguras tu automóvil seguramente te lamentarás si desafortunadamente algún día sufres un siniestro o accidente vial.
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