Por esos 9.000 Euros extra tendremos 70 caballos más un par de 330 Nm disponible entre 1.900 y 5.500 revoluciones por minuto, una suspensión específicamente desarrollada por Peugeot Sport, una dieta especifica de adelgazamiento que le permite ser 17 kilos más ligero que su "hermano pequeño", un diferencial Torsen de deslizamiento limitado, y unos acabados exclusivos.
Lo cierto es que el sobreprecio es elevado, pero lo que nos ofrece el Peugeot RCZ R son unas prestaciones de vértigo, y unas inmejorables sensaciones de conducción, aunque quizás lastrando su utilización en el día a día, un objetivo para el que el RCZ no está muy bien dotado que digamos.
Siguiendo la moda de la personalización
Un apartado en el que algunas marcas están trabajando intensamente es el de la personalización. No tenemos más que mirar la gran cantidad de opciones que hay disponible en Citroën para muchos de sus modelos, las miles de personalizaciones disponibles para el Opel Adam, o los detalles distintivos con los que podemos equipar el nuevo Mini, por poner tan solo algunos ejemplos.
En Peugeot han dado los primeros pasos para ampliar el abanico de personalización del RCZ R, ofreciendo cuatro colores de carrocería, Rojo Erythée, Negro Perla Nera, Gris Sidobre y Blanco Opale, con dos opciones distintas para el techo, Negro Brillante, o Negro Satinado. También se pueden escoger las carcasas de los retrovisores en negro, así como algunos adhesivos de carrocería.
El nuevo Peugeot RCZ R también incluye algunos otros detalles, más estandarizados, como las costuras de color rojo, asientos tipo backet con el logotipo R bordado, y acabados en Alcantara y Nappa. No puede faltar el pomo de aluminio también con el logotipo R, pedales también de aluminio, y unas nuevas taloneras en las puertas. Para terminar, el RCZ R también incluye faros de Xenon y el sistema multimedia WIP Nav Plus.
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