En los últimos meses se ha potenciado la fabricación de un gran número de volumen de coches. Este es el caso de BMW que ha tenido claro desde el inicio que la nueva gama de modelos cuenta con un gran lujo y sobre todo, apuestan por la electrificación y el desplazamiento urbano sostenible. Ahora, una vez que han dado el paso significativo para lograr la sostenibilidad ecológica necesaria, han lanzado el nuevo modelo, BMW Serie 7, una gama rompedora y promete emociones fuertes.
Los primeros modelos de serie del nuevo BMW Serie 7 han salido en las últimas horas de la línea de producción de la planta de Dingolfing. El nuevo tope de gama no ha sido fabricado con motores de combustión altamente eficientes, sino también como el BMW i7 totalmente eléctrico. Esto ha sido gracias a una inversión de más de 300 millones de euros en la construcción de una fábrica única que ha sabido aplicar de la visión de la marca desde el inicio.La producción sigue su curso y por ahora, los primeros modelos se destinarán únicamente a la exposición, permitiendo que en algunos casos pueda servir para probarlos. Eso sí, a finales de 2022, se prevé que cada cuatro BMW que salgan de Dingolfing incorpore una propulsión eléctrica, lo que aumentará hasta aproximadamente el 50% de la producción total de la planta a mediados de esta década.
Este modelo tiene varios componentes tecnológicos del BMW iX, tanto en la arquitectura, la interfaz del usuario y los sistemas de asistencia en la conducción. Con una estación de montaje de agregados rediseñada, el montaje de bucles de eslinga, los bancos de pruebas para los sistemas de asistencia al conductor y el nuevo proceso de acabado. Los conjuntos del suelo del nuevo BMW Serie 7 tienen geometrías distintas y varían en parte, según el tipo de accionamiento, pero todos pueden fabricarse con total flexibilidad en cualquier combinación.
Un modelo especial
Cada uno de los componentes del e-drive como la batería de alto voltaje y el accionamiento eléctrico ha sido fabricado en Dingolfing. El Centro de Competencia puso en marcha dos nuevas líneas de producción, lo que permite a la instalación producir suficientes e-drives para más de 500.000 coches eléctricos al año. La plantilla también ha aumentado, pasando de unos 600 trabajadores a principios de 2020 a más de 2.300 en la actualidad.
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