Para empezar, debemos saber que BMW propone 3 motorizaciones, dos gasolinas y una diésel. En gasolina, el acceso de gama es el 218i Active Tourer, que estará acompañado por el 225iA Active Tourer. En diésel, únicamente dispondremos del 218d Active Tourer.
Equipamiento muy completo
De serie, ofrecerá un amplio equipamiento, del que destaca el climatizador bi-zona, volante multifunción, radio BMW Professional con Bluetooth, sensor de lluvia y luces, alfombrillas de velours, llamada de emergencia inteligente, accionamiento automático del portón trasero o control de presión de neumáticos entre otros.
Este equipamiento puede crecer gracias a los acabados que propone BMW por primera vez en un modelo de su gama. Son opcionales, y el cliente puede elegir el que mejor le convenga.
El acabado Advantage incluye al equipamiento básico el control de crucero, faros LED con contenido ampliado, Control de distancia de aparcamiento trasero y faros antinieblas.
Le sigue el acabado Sport, que complementa al acabado Advantage con un paquete de iluminación, línea Sport, asientos deportivos delanteros, llantas de aleación de 17 pulgadas específicas para la línea Sport, además de molduras, tapicerías y detalles exteriores e interiores.
Por su parte, el acabado Luxury, y basado en el acabado Advantage, incluye paquete de iluminación, línea Luxury, llantas de aleación de 17 pulgadas específicas para el acabado Luxury, asientos de cuero Dakota con calefacción para los delanteros, y molduras, tapicerías, detalles interiores y exteriores específicos del acabado Luxury.
Añadir que el 225iA Active Tourer incluye, de serie, el acabado Advantage, diferenciándolo del resto de la gama.
Los precios arrancan en 28.500, correspondientes al 218i Active Tourer. Le sigue el 218d por 30.300 euros, mientras que la motorización más alta, el 225iA, está disponible desde 38.600 euros. A este precio, debemos añadir el sobreprecio de los distintos acabados o extras, si decidimos incrementar el equipamiento base.
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