Las condiciones mecánicas de los coches determinan su tiempo de vida, y a la vez nos transmiten seguridad al conducir. La mayoría de los mecánicos recomiendan realizar periódicamente un mantenimiento preventivo a los coches para garantizar su buen funcionamiento y evitar inconvenientes que puedan afectar ciertas partes y piezas fundamentales para el correcto desempeño del motor. A pesar de ello, muchas veces se nos olvida visitar el taller, y dejamos que la falta de tiempo y el uso diario que le damos a nuestro coche termine en consecuencias negativas las cuales nos llevan a gastar más dinero del presupuestado en reparaciones.
Entre los casos más sonados, cuando hablamos de fallas y averías, nos encontramos con aquellos olores que provienen del aceite quemado. Cuando se quema el aceite del coche se genera un olor característico y muy molesto, de hecho, no es difícil de identificar porque ninguna otra sustancia huele de la misma manera. Sin embargo, ¿a que se debe que percibamos este olor tan característico en nuestro coche? Existen algunos factores que pueden ser de fácil solución, aunque lo más recomendable es acudir a nuestro mecánico de confianza para que sea él quien realice un diagnóstico de las partes y piezas del coche.
Uno de los detalles más importantes que debemos tomar es que estos olores generalmente son provocados por alguna fuga; es importante conocer cuál es el recorrido del aceite y entender que válvulas o piezas entran en juego, solo así podremos hacer una especie de "descarte" entre cada cosa y llegar al origen del problema. Para comenzar, el aceite se encuentra depositado en el carter, y luego pasa por el filtro de aceite que en este caso se encarga de purificarlo. A continuación entra en juego la bomba que lo impulsa por todo el circuito de lubricación; en este recorrido se topa con la válvula que regula la presión y es ella la que mantiene la viscosidad del aceite y todos sus cambios. Luego de ello, el aceite se devuelve al carter, se enfría, para volver a repetir el proceso.
El recorrido del aceite
En el recorrido del aceite nos encontramos con válvulas y pistones que generan esa mezcla entre combustible y oxígeno, lo que se conoce como combustión. Cuando la combustión no es buena y se quema más aceite de lo normal suele presentarse ese humo excesivo y molesto generado por el lubricante quemado, es en ese punto que debemos analizar y buscar el porqué de esta falla.
Las fugas del aceite
Pudiéramos decir que las fugas de aceite son muy comunes, sobre todo en los coches antiguos. Estos son fallos comunes que generalmente se presentan en el motor, catalizador o el colector del escape. A veces la solución es tan simple como cambiar una tapa de alguna válvula por estar en mal estado o chamuscada por la temperatura del motor. Cuando se dan este tipo de averías el aceite se escapa y se crean algunos positos de lubricante en ciertas partes del colector algo que provoca que se queme y por consiguiente se genere este olor tan molesto. La solución definitiva al problema radica en cambiar o reparar los recubrimientos de las tapas, sin embargo, todo dependerá de lo dañadas que estén, aunque lo más recomendable es suplantarlas por unas nuevas.
Tapa de llenado del aceite en mal estado
Este tipo de averías generalmente aplica a los coches con cierta antigüedad. Los pistones del motor con el pasar del tiempo se irán desgastando y estos absorberán más aceite de lo normal provocando más quema del aceite; hay que acotar que existe una válvula que tiene como función la ventilación del carter. Cuando esta válvula no aspira el humo de manera adecuada se rebasa la tapa del aceite, provocando botes. También existen otras válvulas que se llaman PCV que cuando se obstruyen generan errores en la ventilación del carter y en la propia tapa de llenado.
Los sellos de las válvulas
Como mencionamos al principio, las válvulas son las encargadas de propulsar el aceite en todo el recorrido, si hay alguna avería en los sellos el aceite tiene problemas para llegar o desplazarse a la cámara de combustión generando en este caso el famoso humo azul que se percibe al encender el coche o al acelerarlo. Si los sellas de las válvulas están averiados con seguridad se presentarán algunas gotas que caerán al motor y, gracias a la temperatura de éste, el lubricante se quemará, generando ese olor desagradable.
Recomendaciones finales
En todo caso, como buenos conductores y dueños de coches nuestro deber es mantener el estado de nuestro motor en óptimas condiciones, recuerde que inclusive, cuando el motor está falto de aceite se pudieran presentar otras averías de índole mayor, y hasta pudiéramos trancar las piezas internas del motor. Siempre acuda a su mecánico de confianza al momento de percibir alguna anomalía en el coche. Las fallas por fuga de aceite deben ser atendidas lo más pronto posible ya que una buena lubricación originará un mejor comportamiento de nuestro motor. Dedíquele tiempo al coche, practíquele los mantenimientos necesarios en su debido momento, y para ello, agende los tiempos o las visitas al taller, tome en cuenta que, mientras más tiempo circule con la avería, más grabe y más costoso a nivel económico será la reparación.
Artículos recomendados