El que os presentamos hoy es uno de esos raros casos, en los que el resultado de una obra puede llegar a provocar una unánime opinión positiva entre aficionados de todo tipo.
Desde Australia
Autohaus Hamilton es un servicio post-venta independiente Porsche desde su fundación en 1970, en Sidney, Australia. Actualmente también ofrecen servicio de búsqueda y venta de usados de la firma alemana y participan en la Porsche Carrera Cup de Australia, con un equipo propio y como apoyo a clientes que deseen participar en la misma competición.
Fundado por Ian Hamilton, tras su retiro traspasó la compañía al que era su mecánico principal y actualmente propietario, Grant Geelan, mecánico senior con experiencia en las firmas Porsche y Ferrari.
Aparte, como buenos aficionados a su trabajo, dedican parte del tiempo a proyectos propios especiales, como el modelo que ocupa este artículo.
Génesis del proyecto
De todos los Porsche 911 que ha habido destinados para competición, uno de los más puros y con más historia ha sido el perteneciente al Grupo 4 de Rallies, protagonista de excepción del mundo de los rallies de la década de los 70.
El Grupo 4 era una homologación de la Federación Internacional de Automovilismo que englobaba a los automóviles deportivos con una producción mínima de 25 unidades en un período de 12 meses consecutivos, a partir de los años 70 esa cifra aumentó hasta las 500 unidades. Algunos de los modelos míticos en competir bajo esa homologación en esa década fueron el inolvidable Lancia Stratos y el Porsche 911.
Esta fue la inspiración que llevó a Geelan y su equipo a crear este modelo, recrear un 911 de Grupo 4, apto para el uso diario pero manteniendo su pureza.
Una vez tuvieron la oportunidad de inspeccionar una unidad de fábrica, cuando Porsche envío un 911 SC Grupo 4 oficial con Walter Röhrl a participar en la Targa Tasmania, se pusieron manos a la obra y comenzaron el proyecto buscando un vehículo donante sobre el que trabajar.
Proceso de fabricación
Escogieron un 911 Carrera 3.2 de 1987 para el proyecto, para aprovechar la transmisión G50 de serie y comenzaron desmontándolo al completo, para reconstruirlo a partir de cero.
Pintaron el bastidor del blanco Grand Prix White, restaurando y reconstruyendo todos y cada uno de sus recovecos, y añadiendo las partes del cuerpo pertenecientes al Grupo 4 como los pasos de rueda ensanchados o los faldones, un famoso alerón cola de pato y los espejos retrovisores del 935.
Para el interior del vehículo eliminaron los asientos traseros pero respetando las sujeciones para poder instalarlo si fuera necesario, y entre otras cosas instalaron nuevos asientos de moderna factura en fibra de carbono, se trasladaron todos los mandos y botones al tablero, junto con la adición de un botón de arranque, paneles de las puertas estilo 964 RS y para el volante escogieron el modelo Prototipo de Momo, forrado en Alcantara, al igual que otras partes de habitáculo, que están revestidas del mismo y exclusivo material.
En palabras de los creadores, el habitáculo debía ser agradable y moderno, contar con la presencia de elementos de confort actuales como un aire acondicionado funcional, no testimonial, tapicería de cuero para unos cómodos asientos, o unos pedales que fueran blandos y cómodos de usar en el día a día.
En cuanto a la mecánica la reconstrucción fue completa, añadiendo los pistones del motor de 3.4 litros, cambios en la centralita para admitir gasolina de 98 octanos, nuevas levas fabricadas a medida o un diferencial de deslizamiento limitado entre otras cosas.
En cuanto a la estética, recurrieron a los fans de su página de Facebook para darles a escoger la decoración definitiva, que manteniendo el color blanco antes mencionado añade solamente las racing stripes que aparecen en las imágenes, similar pero no idénticas a las famosas líneas de Martini, las empleadas finalmente recurren a los colores de Autohaus Hamilton, rojo, plata y negro.
Resultado
A la vista está que el resultado queda lejos de las, lamentablemente acostumbradas, estrambóticas modificaciones que se suelen ver. Sin llegar a ser una réplica como tal, porque se aprecian suficientemente bien las modificaciones, se mantiene casi intacta la esencia con respecto al original.
Los profesionales de AH han continuado probando y mejorando el SC Grupo 4, puliendo los bajos de la respuesta del motor y eliminando los problemas de ajuste habituales en todos los inicios de un proyecto. En cuanto a su conducción aseguran que resulta muy cómodo en el manejo, con una entrega de potencia muy lineal y tras los ajustes iniciales con mucha fuerza a bajo y medio régimen, es perfectamente utilizable para viajar, aunque también afirman que no para viajes maratonianos de muchas horas.
El sonido lo describen como muy bueno, sin resultar atronador desde el interior, lo que contribuye a su confort de uso.
Acostumbrados como están a manejar a diario vehículos de la marca alemana, los creadores se sorprenden de la cantidad de atención que es capaz de captar este 911 por la calle, llegando incluso a ver aficionados seguirles para grabarles en vídeo o sacarles fotografías al vehículo.
Una vez consultados para realizar este artículo, pude preguntarles si creían oportuno encuadrarlo como una obra de tipo restomod, al estilo del trabajo de Singer con otros coches de la marca alemana y su respuesta fue que ellos se referían al Grupo 4 como un project-car, una construcción a la medida de su imaginación y de otros entusiastas de la marca, lo consideran de aspecto retro al respecto de que hacen referencia, y se inspiran, en un período del automovilismo que todos amamos, el Grupo 4 de los Rallies. Apreciando también la sensación de conducción, algo mecánica y cruda, que se encuentra en los coches clásicos.
En la galería de imágenes y el vídeo podrás contemplarlo en todo su esplendor, y en boca de sus propios creadores.
I want thank Sean and entire Autohaus Hamilton team for their assistance to this article. Great Job!
Dedicado a los fans más leales de Porsche, Cayetano y Pablito.
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