Lo que pudo ser y no fue. Hay modelos que se han diseñado par hacer historia y en ocasiones, no ha podido ser por las peculiaridades técnicas que se han ido encontrando en su desarrollo. Ni las marcas más importantes del sector de la automoción generar un modelo revolucionario y que permite escribir su nombre en los libros de historia. Porsche ha hecho historia gracias a modelos como el Cayenne, que desde su lanzamiento en 2002, han estado pensando en distintas configuraciones, entre ellas un descapotable que finalmente lo tuvieron que descartar por muchas complicaciones durante el diseño.
Esta opción no fue descartada desde el primer momento, tanto es así, que la opción descapotable que era la menos convencional en un modelo de 4,8 metros de largo, llegó a construirse una unidad que está guardada en el museo Porsche. Cabe destacar que este modelo no se diseñó para disfrutar por la carretera, si no que ha sido planteada para disfrutarla en trazados cerrados de pruebas, al tratarse de una maqueta muy peculia. Los diseñadores quitaron el techo, pero prescindieron de las medidas necesarias de rigidez para la carrocería de un cabrio.Este modelo contaba con la exclusividad de que si se llegase a producir, se optaría por un único diseño trasero y se solucionarían los problemas técnicos. Cabe destacar que este modelo de techo blanco contaba con un mecanismo que iba enganchado de la parte delantera y trasera. La capota se desplazaría sobre el arco de seguridad fijo y estaría alojada en la parte trasera, donde la tapa del maletero se abriría en la dirección opuesta, y dicha capota se plegaría en forma de Z. De este modo, se optaría por una solución propia del Porsche 911 Targa.
Si bien la idea del coupé de 2002 se retomó más tarde y se implementó en 2019 en un exitoso Cayenne de producción, Porsche no siguió adelante con la alternativa del descapotable. Las previsiones sobre rentabilidad no eran especialmente halagüeñas y había dudas de si el coche iba a resultar tan atractivo como debería ser un Porsche. "Un SUV descapotable es un desafío tanto desde el punto de vista estético como formal", explica Michael Mauer, que aún no era responsable de diseño en 2002, analizando el concepto hoy. "Un SUV siempre tiene una carrocería grande y pesada. Si combinas esto con una mitad superior del vehículo pequeña y luego cortas el techo, obtienes formas muy extrañas".
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