Recientemente, la firma alemana avisaba a los propietarios que tenían una unidad del nuevo 911 GT3 (tipo 991) que evitaran usar el coche debido al riesgo detectado, al haberse incendiado dos unidades previamente, lo que provocó la alerta en la marca.
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Un portavoz de la marca confirmaba a la publicación decana inglesa que finalmente la solución a emplear será sustituir al completo todos los motores de los vehículos entregados, para evitar el riesgo potencial, causado por un problema en un perno de los pistones.
Porsche ha preferido optar por esta radical solución, en detrimento de desmontar y reconstruir completamente todos los motores afectados por este problema del componente. Los costes de la operación corren a cargo de la marca, sin repercutir nada a los clientes afectados.
Antecedentes
Los incidentes, ocurridos en Italia y Suiza, se debieron al problema del perno mencionado, lo que provocó un derrame de aceite en el compartimento del motor, iniciando el consecuente incendio que termino destruyendo ambas unidades, como la mostrada en la imagen superior. Afortunadamente, ningún incidente provocó heridos.
La reacción de la marca debería ser tomada como ejemplo de actuación por la industria, ya que aparte de reconocer y tratar de solucionar rápidamente el problema, paralizaron no solo la producción del modelo sino que avisaron inmediatamente a los posibles afectados.
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