Líneas minimalistas en un diseño limpio y sin grandes ostentaciones que sin embargo enamora con unos pocos vistazos. A pesar de ello, Volvo tampoco se la juega y apuesta por un coupé bastante clásico en sus formas con un largó capó como protagonista de un modelo de batalla larga. En su frontal una gran parrilla cromada y dos faros de LED en forma de T horizontal realmente llamativos. En la vista lateral por su parte destacan las llantas de 21 pulgadas para dar paso a una zaga que no desentona por su simplicidad sin que ningún elemento esté recargado en exceso, incluso dejando desapercibidos los escapes cromados de ambos lados de la carrocería.
Interior y tecnología
En el interior la marca sueca aplica esa misma tónica de sencillez, pero sin renunciar a la modernidad que envuelve a los sentidos. Cuero oscuro para el salpicadero con inserciones de madera y una línea de nuevo sencilla para la instrumentación que se corona con la pantalla central, táctil y que destaca por su gran tamaño, perfecta para controlar el sistema de entremetimiento e información gestionado por el sistema Sensus de Volvo. Pero sin duda, si hay algo que destaca por encima de todo es la palanca de cambios de cristal artesanal, retroiluminada y que nos deleita con su brillo.
En caso de confirmar su fase de producción, Volvo optaría por llevar este Volvo Concept Coupé a una configuración de híbrido enchufable, teniendo modo eléctrico independiente. El motor de combustión sería de cuatro cilindros y sobrealimentado por turbocompresor, siempre con la gasolina como combustible. El motor eléctrico completaría la elevada potencia de un coche que tendría aproximadamente unos 440 CV.
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