Lo sucedido en la población española es para echar un gran vistazo a gran escala y es que se ha propagado una pandemia de coches que están okupados. Sí como las casas, pero eso es algo mucho más distinto. Desde la Dirección General de Tráfico han mostrado su gran preocupación por esta proliferación sin precedentes en el parque de utilitarios español y no es para menos. Desde la DGT han apuntado que este tipo de modelos han sido abandonados durante un largo periodo de tiempo por sus propietarios y están permaneciendo en espacios públicos o privados, ocupando un espacio que no le pertoca.
Según se ha podido saber, a lo largo de cada año se han llegado a abandonar unos 50.000 coches en la vía pública de manera predeterminada, con alevosía y decidiendo con anterioridad los pasos que se iban a seguir. Este volumen de vehículos hay que sumarle unos 6.000 modelos que han sido abandonados en el taller, depósito o un aparcamiento público junto a los 20.000 que han sido dejados en un aeropuerto, hotel o centro comercial. Todo esto hace que el parque automovilístico nacional sea el más antiguo de Europa.Desde Tráfico no les ha quedado más remedio que modificar la normativa y así agilizar la retirada de estos modelos de la vía pública: "Hasta ahora, los perjudicados por estos vehículos abandonados tenían que acudir a la vía judicial para hacer frente al problema y que se pudiera retirar el automóvil y, de esa forma, volver a utilizar la plaza de aparcamiento", apuntan desde la DGT.
Qué dice la normativa
Desde este cambio legislativo se espera dar respuesta a todas las partes que han estado involucradas y a la vez, ofrecer una instrucción que permite gestionar la destrucción y descontaminación de los coches abandonados. De este modo, cualquier persona puede solicitar mediante la administración la retirada de este coche abandonado y que este sea trasladado a un Centro Autorizado de Tratamientos de vehículos (CAT) que se encargará del desguace y descontaminación del mismo. Para confirmar el estado del vehículo, se pondrá en contacto con el propietario y si en dos meses no ha sido retirado se procederá a la destrucción.
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