Todos los motores son de cuatro cilindros en línea transversales, tres de gasolina de 1.6 litros y un diésel 2,0. En la base nos encontramos el único atmosférico disponible, la versión Cooper con distribución Valvetronic, que ofrece una potencia/par de 122 C.V./160 Nm., con un consumo promedio de 5,6 litros a los 100. El Cooper S, ya turboalimentado arroja 184 caballos y 260 Nm de par, con un consumo de 6,0 litros y el ultimo de gasolina es el John Cooper Works con 211 C.V. y 260 Nm., este es el mas tragón, llegando a los 7,3 litros.
Tanto el Cooper S como el John Cooper Works cuentan con sistema 'overboost', con lo que el par aumenta momentáneamente otros 20 Nm.
La única versión de gasóleo disponible también es un tetracilíndrico transversal, de 2 litros y 143 C.V. y 305 Nm. de potencia/par., el consumo se queda en esta versión en 4,5 litros. Muy acorde con el rendimiento de los motores diésel actuales, pero toda una revolución en el segmento de los roadsters y descapotables pequeños, donde salvo contadas excepciones, como el Peugeot 207 CC, no hay versiones disponibles en este combustible.
Sensaciones de kart
MINI asegura que la sensación de estar conduciendo un kart de sus modelos se acentúa en este pequeño modelo. De menos de 2,5 metros de batalla, y la potencia que podemos encontrar en cualquiera de sus versiones, promete ser todo un juguete para carreteras reviradas y puertos de montaña.
Aún no tenemos confirmación del peso del modelo, por lo que suponiendo sea entre un 10-20% mas pesado que la versión cerrada Coupé, estaríamos hablando de un peso en torno a los 1200-1300 Kg., por lo que promete ser toda una pequeña fábrica de sensaciones al volante.
Artículos recomendados