"Estamos muy descontentos, muy preocupados y además nos sentimos engañados y hasta se puede decir que traicionados.", estas palabras han sido las utilizadas por Francisco Javier García Sanz, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) para referirse al apoyo que mostró en el Congreso tanto Partido Popular (PP) y Convergencia i Unió (CIU) a la nueva normativa propuesta por el Gobierno para la distribución de vehículos.
García Sanz empezó su discurso calificando la situación de grave, recordando que la industria del automóvil en España está indignada ya que entienden que se ha aprobado una medida sin tener en cuenta las opiniones de los afectados, del propio sector.Sin embargo, las principales quejas y reproches de su discurso han ido dirigidos para los partidos de la oposición, PP y CiU, por considerar que los han traicionado. "Los partidos políticos que apoyaron la Enmienda, especialmente Partido Popular (PP) y Convergencia i Unió (CIU), no son conscientes de las terribles repercusiones que esta medida tiene sobre la industria del automóvil.". Les ha recordado también que son partidos que gobiernan en varias comunidades autónomas donde hay fábricas de automóviles instaladas.
Pero el presidente ha ido más allá y los ha acusado de poner en peligro puestos de trabajo con su decisión en el Congreso: "Han puesto en peligro los puestos de trabajo de muchas familias que trabajan en esas factorías, cuando deberían haber sido más sensibles a la situación. No han sabido entender que el sector tiene, en estos momentos, otros problemas, y lo que necesita es tranquilidad y confianza."
Después ha calificado la nueva ley de "chapuza normativa" considerando que ha sido llevada a cabo pensando más en las elecciones que en las reales consecuencias, pintando un panorama bastante negro: "Se trata de una intromisión política inaceptable en la regulación de un sector, del que dependen, directa o indirectamente, casi dos millones de familias. En definitiva, la industria del automóvil ha perdido la confianza en los principales partidos políticos de la oposición. Se han equivocado y tienen que rectificar. De lo contrario, serán responsables de las pérdidas de inversiones en España y de empleo que esta normativa pueda producir."
García Sanz ha recordado que la nueva normativa es única en la UE, por lo que ha comentado que es una norma "excepcional e injustificada y penaliza a un único sector de la economía, el del automóvil."
Próximas actuaciones de ANFAC
Francisco Javier García Sanz dejó la última parte de su discurso para informar sobre cuáles van a ser las líneas a seguir por la patronal de los fabricantes de automóviles y camiones: "Ante la actitud del principal partido de la oposición, la industria del automóvil ha solicitado una reunión urgente con Mariano Rajoy. También hemos solicitado una reunión urgente con el Sr. Más, Presidente de la Generalitat de Cataluña."
Prosiguió y de sus palabras se desprendía un tono más de amenaza que de advertencia e información. Amenaza dirigida a los dirigente políticos, que podría afectar a las inversiones que se anunciaron para el Salón del Automóvil de Barcelona: "Esta nueva situación nos obliga a reconsiderar algunas acciones ya aprobadas en el sentido de la inversión. Y entre ellos, hasta la participación en el Salón del Automóvil de Barcelona, anunciado hace pocas semanas.", aunque él mismo dijo que no se trataba de una amenaza.
El presidente de ANFAC concluyó diciendo que "la industria tiene la firme convicción de llevar a cabo todas las acciones que estén en su mano para corregir esta situación [...] Todos tenemos que buscar soluciones que nos ayuden a salir de la crisis. Pero soluciones elaboradas conjuntamente y sobre consensos de todos los implicados."
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