Como asumíamos al concluir, hay algo de cierto en esta afirmación; y es que el Benz sí que es el primer vehículo con motor de combustión interna a gasolina de la historia, además de ser el primer modelo comercializado.
Pero el señor Benz no tiene ni siquiera el honor de ser el primero en haber creado un motor de combustión interna. Si volvéis a repasar el texto con atención, comprobaréis que fui muy específico a la hora de especificar el carburante utilizado para alimentar el motor: gasolina.
El galardón de inventor del primer motor de combustión interna como tal corresponde a un francés (aunque posteriormente nacionalizado suizo). Su nombre es François Isaac de Rivaz y con su motor De Rivaz (probablemente basado en los diseños de Christian Huygens), propulsado por una mezcla de hidrógeno y oxígeno, se convirtió en 1804, ahora sí, en el primero en diseñar y construir un motor de combustión interna. Ya no hay más letra pequeña, lo prometo.
Probando, probando
Su primer diseño fue orientado a servir como bomba, pero su curiosidad innata le llevó en 1808 a montarlo en un primitivo vehículo a ruedas. Era un modelo pequeño y no tenía capacidad para transportar nada, además de que el diseño era muy deficiente.
Volvió a la carga en 1813, esta vez aplicando la máxima 'más es mejor' y construyendo un vehículo de 6 metros de largo y casi una tonelada de peso. Lo llamó Grand Char Mécanique (gran tanque mecánico, en la lengua de Cervantes) y recorrió 26 metros con una pendiente del 9 por ciento en una pequeña localidad Suiza, cargado con casi 320 kilos de madera y piedra y con 4 hombres montados en él.
El diseño era muy rudimentario, contaba con un solo cilindro de 1,5 metros de largo, por lo que el vehículo sólo avanzaba a cada carrera del pistón. Además, su velocidad fue de tan sólo 3 kilómetros por hora, aunque es impactante teniendo en cuenta el peso que estaba transportando.
Pero este, compañeros, tampoco es el primer automóvil de la historia. Además, aunque es sin duda un hito para la historia de la automoción, este vehículo no sirvió para ningún propósito; a diferencia de nuestro siguiente protagonista. Para conocerlo, os insto a leer la tercera y última parte de nuestro reportaje, que estará disponible en la web en unos días.
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