El escándalo de los ahora polémicos motores diésel TDI de Volkswagen sigue ampliándose imparable desde hace ya semanas, cada día surgen nuevas informaciones y respuestas desde todos los rincones del planeta, como la reciente prohibición en Australia de vender esos motores temporalmente en ese mercado.
Las posibles consecuencias son bastantes negativas para el Grupo Volkswagen al completo, todas y cada una de sus marcas las sufrirán en menor o en mayor medida, desde las grandes marcas generalistas como Audi, SEAT, Skoda o la propia Volkswagen, hasta las marcas minoritarias como Bugatti, Bentley o Lamborghini.
Esto se deberá al enorme impacto económico que tendrá sobre el grupo, lo que condicionará gravemente tanto los planes a medio como a largo plazo de todas las organizaciones del grupo alemán. Desde la investigación y desarrollo hasta el brazo financiero de la empresa, Volkswagen Financial Services.
Según la entidad financiera Credit Suisse, las estimaciones de dicho impacto económico serán tremendamente grandes para la compañía alemana, sobrepasando en varias veces los multimillonarios beneficios anuales de la compañía.
En el mejor de los casos, le supondría a Volkswagen un varapalo cifrado en 23.000 millones de euros, y en el peor de los casos, dicha cifra podría alcanzar unos espectaculares 78 mil millones. En ambas situaciones, los 6.500 millones que Volkswagen ha dispuesto como fondo de emergencia para afrontar la crisis se antojan bastante cortos.
Recortes en I+D
Fuera de lo meramente económico, hay diversas consecuencias que seguramente sean más visibles para el aficionado de a pié. El Grupo Volkswagen es uno de los mejores ejemplos del mercado de saber capitalizar hasta el último extremo cada euro gastado en desarrollo, aunque a la vez, son probablemente los más derrochadores en iniciativas destinadas a enriquecer la imagen de marca.
Como el Volkswagen Phaeton y su factoría de cristal o el propio proyecto de relanzar Bugatti, con un único modelo que fuera la referencia de todo el segmento deportivo. Proyectos que son auténticos agujeros negros de capital, en los que o bien por las bajas ventas no ha llegado a rentabilizarse la inversión, o simplemente fueron creados por puro capricho, conociendo de antemano que no se iba a recuperar jamás la inversión realizada.
Por lo que es probable que en un futuro próximo, el enorme agujero que dejará a buen seguro el dieselgate sea la causa de que veamos caer muchos planes de la marca, del estilo de los Volkswagen XL1, el futuro buque insignia de Audi o el nuevo Phaeton, cuyo desarrollo curiosamente está ya finalizado pero que pocas semanas antes de hacer público la EPA el escándalo fue anunciado como retrasado, debido a la necesidad de la marca de capitalizar todo lo posible el Phaeton de primera generación.
Artículos recomendados