Según las primeras informaciones, el motor que impulsará el Ford Focus RS será un motor de 4 cilindros en línea turboalimentado que ofrecerá 330 caballos de potencia con una cilindrada de 2,3 litros. Este motor contaría con inyección directa, lo que reducirá el consumo, y con ello las emisiones del coche. Cabe señalar que este mismo bloque será el que encontraremos un año antes en el Ford Mustang, aunque con algo más de potencia, que además será transmitida al tren trasero. En todo caso, el motor recibirá un importante trabajo de ingeniería, puesto que ira montado en posición transversal, en lugar de longitudinal como en el caso del Mustang.
El nuevo Focus RS compartirá con el ST su carrocería de cinco puertas, sin opción a una algo más deportiva de tres, y el sistema Sound Symposer, que permite que el rugido del motor llegue hasta el habitáculo. Pero hasta aquí llegan las similitudes, puesto que tanto el diferencial de deslizamiento limitado, como el mejorado equipo de frenos, y los neumáticos serán exclusivos para el RS. Lo que parece quedar descartado según la información que proviene de la revista inglesa Autocar, es la utilización del sistema de tracción total del Ford Kuga, con el que comparte plataforma, debido al elevado peso. Este dejaría de nuevo al Focus RS con tracción solamente en el eje delantero, algo que seguro que a los más puristas no termina de convencer.
No habrá otros RS
Según las informaciones, Ford ha estado evaluando la posibilidad de crear también un Fiesta RS e incluso un Mondeo RS, aunque parecen haber sido descartados debido a la crisis. Lo que no se ha descartado aún por completo es la posibilidad de diseñar una versión Coupé del Mondeo, con el objetivo de plantar cara a coches como el Passat CC, o el Laguna Coupé.
Aún nos quedan dos años de espera, pero estaremos muy pendientes de todas las novedades que surjan sobre la versión más radical del compacto de la marca americana.
Fuente: Autocar
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