Antes de empezar intentaré dar una pequeña explicación para la mayoría de los trabajos mal acabados, y es que en carrocería, a diferencia de la mecánica, gran parte de los trabajos no los paga el dueño del vehículo, sino el seguro, que basándose en una serie de estimaciones perita que un trabajo debe realizarse en x horas, y más de esas horas no pagan. Por lo que el taller siempre intentará acabar el trabajo en ese tiempo o antes, ya que si se pasa empieza a perder dinero en la reparación, aunque eso no es escusa para no realizar un trabajo de calidad.
Golpes por los que se hayan sustituido elementos de la carrocería o reparado abolladuras
En caso de la sustitución, para comprobar una perfecta alineación, cuando se trata de puertas o aletas delanteras, siempre deben estar al mismo nivel que la aleta trasera (debido a que esta es inamovible y las puertas y aleta delantera si pueden cuadrarse e igualarse). Al igual que los paragolpes siempre deben estar alineados con las aletas. Esto se debe comprobar siempre con buena luz y pasando la mano a la vez por los dos paneles.
También abriremos y cerraremos las puertas del lado en el que se haya visto realizado el trabajo, ya que si al abrirla, esta "cae" o "sube", la puerta no estará perfectamente alineada y seguramente tendrá algún desajuste en el sistema de la cerradura, por lo que se debe realizar algún cambio de nuevo.
En caso de que la reparación se haya realizado mediante la extracción de abolladura del panel, debemos tener en cuenta que para un trabajo de calidad la teoría dice que no debe exceder en 500 micras el espesor de la masilla (un material usado como relleno e igualación de la superficie, sobretodo cuando quedan pequeñas abolladuras). Aunque no tenemos métodos de comprobarlo, si que existen aparatos que miden la distancia que queda desde la pintura a la chapa.
Para comprobar si quedan pequeñas abolladuras, debemos pasar la mano izquierda si somos diestros (la derecha si somos zurdos) por la zona donde antes estaba la abolladura, de manera suave y sin apretar, y atentos para comprobar posibles desniveles. También podemos comprobarlo mediante la luz, si vemos que en algún punto converge o diverge, ya que nos indicará una mala reparación.
También debemos prestar atención al montaje de molduras, manetas, faros, espejos... por si vemos algún descuadre, vibraciones o que de algún punto se separa de la carrocería donde esto no es normal, ya que podría indicar, a parte de un mal montaje, una posible rotura de la pieza. Y sobretodo presta atención a la solución que te dan a ello en el taller, descartando por completo que te echen algún tipo de silicona, poliuretano, etc., ya que en caso de desmontarlo o de repintado en el futuro, será más laborioso el trabajo, por lo que nos costará más dinero.
Por el momento, esto es todo. En el siguiente capítulo, te contaremos como apreciar fallos en la pintura y posibles soluciones a algunos de ellos para saber de antemano la solución que deberían darnos.
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