BMW ha llegado a Frankfurt con su "renovado" Serie 7. Sí, es nuevo, pero el Serie 7 mantiene inamovible su silueta. Los rasgos incluidos por BMW en sus otros modelos se hacen presentes pero pocas diferencias son visibles en un coche que no ha cambiado demasiado y que viendo las novedades de este año de otras marcas nos parece demasiado conservador.
El buque insignia de BMW viene renovado en otros aspectos sin embargo, como por ejemplo los nuevos motores de última generación, el chasis activo Executive Drive Pro o la carrocería con polímeros reforzados de fibra de carbono.
En cuanto a confort, el Serie 7 incorpora novedades como el techo panorámico iluminado o una base de recarga sin hilos para teléfonos inteligentes. También en temas de control y asistencia al conductor se ha mejorado.
Se adapta a la carretera automáticamente
También se han integrado novedades en cuanto a la electrónica en la conducción con un nuevo modo ADAPTIVE dentro del selector de modos de conducción, capaz de ajustarse a las condiciones del trayecto automáticamente.
Así, el sistema iDrive se controla ahora a través de una pantalla táctil y control mediante gestos además de todas las funciones de confort como la climatización. Un sistema novedoso es el que permite aparcar el coche con un control a distancia.
Tambien destacar la pantalla virtual Head-Up Display así como los sistemas de aviso de tráfico lateral, ayuda al maniobra y el que permite mantener el vehículo en el carril de manera sencilla y cómoda.
Dónde sí viene renovado el Serie 7 es en sus motorizaciones, y es que BMW incluirá en su oferta el BMW 740e, un híbrido enchufable con 326 CV de potencia y capaz de recorrer una distancia de 40 kilómetros en modo eléctrico.
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