Como a cualquier aficionado al mundo del motor, nos encanta un misterio y un nuevo descubrimiento, lo cual no es complicado habida cuenta de la innumerable cantidad de marcas, proyectos y modelos que de una u otra manera han llegado al mercado desde que finales del Siglo XIX naciera el que oficialmente figura como primer automóvil de la historia. Aunque más raro es poder tropezarse frente a frente con un modelo poco conocido, de una pequeña marca más desconocida aun.
Este es el raro caso que hemos tenido la suerte de tropezarnos recientemente, un rarísimo Kougar Sport Classic, un pequeño deportivo artesanal británico de la pequeña y casi desconocida Kougar Cars. Un modelo comercializado desde finales de los años setenta equipado con motores Jaguar y que no trata de ser una simple réplica de un vehículo clásico, sino un deportivo auténtico, con una estética que recuerda a los modelos de la primera mitad del Siglo XX.Kougar Cars fue fundada en el Reino Unido por Rick Stevens a finales de los setenta, motivado por su propio vehículo, un Jaguar S-Type de los sesenta, del que pensaba que podría ser empleado como base para un pequeño y ligero deportivo.
Partiendo de un pequeño y ligero bastidor tubular, tomo los órganos mecánicos de Jaguar, motores de seis cilindros y transmisiones manuales de cuatro velocidades, y lo revistió con una carrocería basada en las líneas de los modelos anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Con un diseño que no trata de recrear ningún modelo en concreto, por lo que el diseño es único y completamente original, aunque el propio Stevens, hoy presidente del club de propietarios Kougar, admite su predilección por los Frazer Nash II y el Healey Silverstone, con este último podemos encontrar ciertos parecidos en el Kougar Sport Classic, como la línea cromada que atraviesa verticalmente la parrilla por su centro o las propias formas de su carrocería y carenados de las ruedas, aunque este sigue sin ser una réplica del Healey.
La marca ha continuado la producción del modelo hasta nuestros días, tras distintas empresas, y ampliando el catálogo de modelos hasta tres diferentes, el Monza, de clara inspiración barqueta Ferrari y una versión más deportiva del primer modelo, denominada simplemente Sport. La mayoría de ejemplares vendidos por la firma británica ha sido por el método de kit car, modelos entregados desmontados, y poco menos de la mitad de ellos montados por la propia compañía.
Casi un desconocido
En la red es muy complejo encontrar información válida de la marca, y de los modelos, que cuentan con distintas especificaciones y acabados, como el propio Sport Classic, que puede instalar bloques de seis cilindros Jaguar de la Serie XJ en distintas cilindradas y configuraciones, mientras que el modelo Monza instalaba en origen el motor Rover V8. En el caso del Sport Classic, ha llevado a que muchos propietarios los denominasen Jaguar Kougar, debido al origen de la mecánica del modelo, aunque la realidad es que el origen del modelo es otro.
Todos sus propietarios alaban su capacidad de aceleración y su excelente maniobrabilidad, y el escaso número de unidades fabricadas, menos de doscientos hasta el día de hoy según las estadísticas más optimistas, hace que sean muy raros y difícilmente sean vistos puestos a la venta. Las pocas unidades que hemos podido encontrar disponen de precios muy superiores a los 20.000 euros en el mejor de los casos, a pesar de la falta de pedigrí que pueda tener la marca y de la edad que tienen la mayoría de las unidades.
En persona es un deportivo realmente llamativo, dotado de una carrocería que es imposible no mirar a su paso, pequeño y sobre todo, dotado de un sonido que solo puede definirse como de deportivo clásico, el Kougar Sport Classic es toda una pequeña y llamativa joya.
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