Al acercarse la temporada vacacional todos deseamos pasarla bien con nuestra familia, sobre todo si tenemos planes de salir fuera de la ciudad ya sea para el campo, la playa o la montaña. Ahora bien, si deseamos disfrutar de aquellos destinos de los cuales no es posible visitarlos tan a menudo, como por ejemplo, alguna isla y aparte queremos trasladarnos llevando nuestro coche para transportar la mayor cantidad posible de equipaje que es imposible si fuéramos en avión, contamos con otro aliado: el ferry. Gracias a este podemos viajar con nuestro vehículo y visitar aquellos lugares que a pie o en transporte público nos perderíamos. Esto se resume en una sola palabra que se llama: Libertad. No obstante, como cualquier viaje, es necesario hacer una buena planificación con el fin de evitar cualquier contratiempo o estrés a última hora.
Documentación en regla
Lo primero que debes tener es la documentación vigente tanto de tu vehículo, los impuestos cancelados y todo lo que lo acredite como de tu propiedad incluyendo el seguro del mismo vigente. También es importante que tus documentos de identidad y permiso o licencia de conducir estén al día. Luego de esto procede a consultar las diversas compañías de ferry que presten el servicio de traslado entre el continente y alguna isla que queramos visitar. Tengamos presente que el ferry es un barco empleado solo para cubrir distancias de pocas horas a través del mar. Por lo que estas naves marítimas no solo transportan vehículos y personas, sino que también mercancías. Una vez hayas localizado alguna empresa de servicios de ferry, ya sea por publicidad en prensa o por internet, asegúrate de conocer las tarifas y los horarios determinados antes de comprar el billete de pasaje.
En el puerto
Una vez hayamos llegado al puerto y si van varias personas viajando con nosotros debemos separarnos. Generalmente el conductor se queda dentro del auto para ingresarlo dentro del ferry y los demás deben hacer la cola para ingresar al barco, esto permitirá ubicarse con mayor comodidad y apartar los mejores puestos. Por supuesto, quienes se bajan deben llevar su equipaje de mano solo con las cosas necesarias, dejando dentro del coche el equipaje más pesado. De esta forma se evitará cargar un peso u ocupar un espacio innecesario.
Otra cosa que se debe tener presente es que generalmente los ferry, por supuesto, no todos, disponen de tres categorías para el abordaje del mismo según el billete que hayamos comprado. Por ejemplo, está el básico, clase económica o de lobby según lo denomine la empresa; este por supuesto es el más barato y no te da derecho a un sitio fijo sino que puede estar ya sea en las instalaciones del restaurant o cafetería o sencillamente pasear por la cubierta del barco. El que le sigue cuesta un poco más y te da derecho a una butaca dentro de una sala climatizada, en la que según el precio puede ser una butaca normal o premium ofreciendo una mayor comodidad. Finalmente está el servicio VIP o el de lujo, este generalmente lo ofrecen los ferry con destinos internacionales o de viajes con muchas horas; el mismo te da el derecho a un camarote, muy parecido a la habitación de un hotel donde disfrutarás de una cama y otras comodidades presentes allí.
Durante el viaje
Una vez que te encuentres a bordo y el barco navegando en el mar, disfruta de tu estadía allí. Recuerda que el ferry es un barco lento y no es un crucero, por lo tanto, la diversión a bordo es escasa y generalmente solo se ofrecen servicios de restaurante o cafetería. Del resto solo podrás salir a la cubierta a pasear o a disfrutar de una vista al mar. En este tipo de transporte hay personas que pueden experimentar mareos durante el viaje, por ello no olvides aquellos medicamentos recomendados por el médico de tu confianza y evita el automedicarte. Por otro lado, si deseas ahorrar un poco el dinero que hayas planificado para tu viaje recomendamos que lleves una comida fácil de preparar como pan de sanduche con su respectivo relleno. También puedes llevar frutas para comerlas durante el viaje, las mismas proveen nutrientes que ayudarán a reponerte de forma rápida.
Una vez llegado a tu destino
Una vez el barco haya llegado al puerto debes abordar tu vehículo para esperar el turno que te toque para salir del ferry en forma ordenada. No obstante, debes revisar el mismo para evitar un contratiempo o un mal rato después. Si notas algo fuera de lo normal como un desperfecto, sustracción de algún objeto o un raspón en tu coche debes formular el reclamo de inmediato con el objeto de probar que el mismo ocurrió durante la travesía. Si por el contrario todo está en orden solo te queda buscar un alojamiento de inmediato si no lo hiciste antes de iniciar el viaje. Del resto, a disfrutar prudentemente en tu nuevo destino. No olvides tu GPS en caso de que tu vehículo no disponga del mismo y así ubicar los lugares más recomendados para disfrutar de tu pernocta en el sitio de esparcimiento. Esperamos que te sirvan estos consejos y logres disfrutar de tus vacaciones con tu familia.
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