Desde ese fatídico 11 de marzo de 2011 -hace tan sólo unos días pero ya parecen años- en el que un terremoto de una intensidad de 8,9 grados en la escala Ritcher asolara parte de la costa este de Japón debido al movimiento sísmico y al tsunami que se produjo después, todas las noticias que nos han llegado desde Japón han sido desalentadoras.
Muertos, desaparecidos y destrucción y preocupantes noticias sobre el devenir de los reactores de la central de Fukushima y los niveles de radiacción es el pan de cada día de la información que procede del país nipón. Información que también nos llega en forma de escalofriantes imágenes que nos ayudan a comprender mejor la magnitud de la tragedia.Una carretera nueva en unos días
Una de las imágenes que nunca deja de llamarnos la atención cuando ocurre algo así es la que muestra carreteras abiertas, fragmentadas, retorcidas... Obras de ingeniería reducidas a su mínima expresión.
Es lo que hemos visto de Japón, pero junto a todo ello también la imagen y la constatación de ese espíritu de constancia, de trabajo incesante y de disciplina que caracteriza al pueblo japonés. Hemos visto cómo han sabido dejar los lamentos a un lado para ponerse manos a la obra y reconstruir el país.
Y a veces, estas muestras están en pequeños detalles como es la reconstrucción de una carretera. Nos referimos a la carretera de la zona de Naka. Esta vía quedó totalmente destrozada tras el terremoto que le produjo una grieta de más de 150 metros a lo largo de su sección principal, como muestra la imagen superior.
Tal y como ocurriese en muchas de las zonas dañadas (ciudades, fábricas, barrios residenciakes...) los japoneses comenzaron los trabajos de reconstrucción en los dos días siguientes a la fecha en la que ocurrió la catástrofe. De esta forma, los trabajos de reconstrucción de la carretera que les mostramos se comenzaron al poco del seísmo y concluyeron el pasado día 23 de marzo, quedando ya totalmente abierta al tráfico.
Las imágenes hablan por sí mismas. Una muestra del encomiable espíritu de superación del pueblo japonés.
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