Debo confesar que el coche del que voy hablar a continuación no lo conocía, al menos en profundidad, y no sé por qué razón, motivo o circunstancia nunca me interese por el hasta este momento, así que, con tan solo 23 unidades construidas y con pocos sobrevivientes, les traigo todo lo que pude encontrar sobre este auto deportivo de los 60 impulsado por un V-8, me refiero al Cheetah GT de Bill Thomas. Este coche deportivo estuvo involucrado en una discusión con respecto a que fue el competidor de Shelby Cobra, y que además, estuvo por encima de este, pero lo que si les puedo asegurar es que gracias al Shelby Cobra auto nació, ya que fue la inspiración en Bill Thomas.
Empecemos a entender con su concepto
El Bill Thomas Cheetah es un automóvil deportivo estadounidense diseñado y construido en los Estados Unidos, entre 1963 y 1966 por Bill Thomas, quien fuera para ese momento el mecánico experto en rendimiento de Chevrolet, y desde su concepción fue catalogado como un competidor de Carroll Shelby 's Cobra. Para poder entender un poco más debemos destacar que este auto no pertenece a la marca Chevrolet, sino que más bien fue creado inspirado en el Shelby Cobra, tal cual como sucedió con muchos otros fabricantes de bajo volumen los cuales fueron inspirados para adoptar el modelo para sus propios proyectos.
Sus creadores
El diseñador y creador del Cheetah GT fue William P Bill Thomas, nacido el 28 de mayo de 1921 en los Estados Unidos, y desde muy joven mostro virtudes importantes en el mundo automotriz de su país, tanto así que para 1956 Thomas comenzó a trabajar en la afinación y modificación de autos Chevrolet Corvettes para competir por CS Mead Motors Co. Luego en 1960 comenzó su propia empresa la cual registro con el nombre de Bill Thomas Race Cars, donde comenzó a dibujar lo que iba ser su vida en el mundo automotriz de su país, sobre todo con la General Motors, fue un hombre muy tradicional.
Esto trajo como consecuencia que para ese momento la General Motors le propusiera llevar a cabo el trabajo de rendimiento, del Chevrolet Corvair, llevándolo a encontrar más oportunidades que lo llevaron por el camino del éxito, oportunidades como la preparación de los 409 Bel-Airs y Biscayne 's para carreras de resistencia y otro auto stock Chevrolet para Louis Unser que ganó su división de Pikes Peak International Hill Climb, esto fue en 1962. Luego de todo este desarrollo empresarial fue contratado por la General Motors para que desarrollara el Chevy II. Después de una larga vida, lleva de satisfacciones y éxitos, Bill Thomas murió el 10 de octubre de 2009.
Don Edmunds
Todo esto no hubiese sido posible sin la valiosa colaboración del piloto de carreras estadounidense y constructor de coches Don Edmunds, y en honor a la verdad fue el que más trabajo en este proyecto, de tal manera que después de reunir todos los componentes con que se iba a armar el auto, Edmunds comenzó a tomar medidas, utilizando una tiza y esbozan el contorno básico del chasis. Estos primeros planos de Edmunds consistían en unos simples dibujos que mostraban los componentes principales en forma de bloque, con las principales dimensiones marcadas, y nada se lograría sin la intervención de inversionistas privados, como por ejemplo John Grow, un concesionario Chevrolet de Rialto California, el cual fue propietario del prototipo de automóvil en 1963.
La carrocería del Cheetah GT de Bill Thomas
Al inicio el cuerpo del Cheetah era hecho de fibra de aluminio, sin embargo, luego de varias pruebas se logró concretar lo que sería su gran obra maestra, un cuerpo de fibra de vidrio, trayendo como consecuencia un auto deportivo súper ligero y por ende más rendidor en las pistas de carreras. En cuanto a su diseño exterior debo confesar que lo que más me llama la atención es que la cabina practícame está colocada encima del maletero, o por lo menos esa es la percepción visual que nos da, ya que realmente el maletero no existe, esa área de la carrocería le pertenece a la cabina, quedando entonces un capo sumamente largo con respecto a su tamaño.
El interior
Obviamente el interior estaba construido bajo exigentes refuerzos, como es común en los autos de competición y de alto rendimiento, ya que la seguridad del piloto es importante, más que del mismo auto. Dentro de la cabina solo había lugar para dos plazas en asientos sumamente simples tapizados en cuero de color negro, y con diseño de costura rudimentariamente en horizontal, con grandes y fuertes cinturones de seguridad, el salpicadero era verdaderamente amplio porque debía brindarle espacio al cuadro de instrumentos y a los diferentes controles, este también esta hecho de fibra de vidrio pero tapizado en cuero negro. El volante lógicamente era deportivo de cuerpo delgado en plástico duro con tres radios de aluminio.
Tren motriz
Lo que estaba debajo del amplio y largo capo era un poderoso motor V-8 Corvette de 327 cc que entregaba 470 caballos de fuerza inyectado de combustible de Rochester, acoplado a una caja manual de cuatro velocidades, con suspensión delantera totalmente independiente, los frenos eran de tambores colocados detrás de cada llama de magnesio marca American Racing de 15 pulgadas, y un dato muy curioso de este ejemplar es que debido a las dimensiones compactas y al montaje posterior del tren motriz, este auto no tenía árbol de transmisión, es decir, el eje de salida impulsaba el diferencial trasero directamente a través de una sola junta universal. Para concluir debo decir que este súper deportivo tenía una pinta muy agresiva, con líneas deportivas muy demarcadas, pesaba poco más de 680 kilogramos, es decir, un auto muy liviano y por ende muy rápido. Las dimensiones agresivas del Cheetah GT de Bill Thomas no revelan su empaquetado ajustado, el V8 montado en la parte delantera fue empujado tan atrás en el chasis que solo una junta universal separa su transmisión de cuatro velocidades de su eje trasero.
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