El Lamborghini Miura es uno de esos modelos que están sufriendo una fuerte revalorización en los últimos años. En menos de una década han pasado de menos de medio millón a varios millones para algunas unidades especiales.
Hace ahora un año, en una subasta de RM Auctions se pagaban menos de dos millones de dólares por un Miura SV Jota, del que se fabricaron tan solo diez ejemplares y más recientemente saltaba a la luz pública el Miura empleado en las escenas iniciales de la película The Italian Job, que continúa a la venta por un precio por debajo de los dos millones de euros en un concesionario británico.Estos últimos puede parecer auténticas gangas al lado de este ejemplar del Miura P400S en color blanco, que está a la venta por unos impresionantes 3.3 millones de dólares. Y que parece no aportar ningún tipo de característica única o especial para avalar esa cifra.
Historial dentro de lo normal
Salido de fábrica en 1969, este ejemplar fue entregado en 1973 a su propietario actual, que lo había comprado a su propietario original, un empresario italiano. Acumula actualmente 29.500 kilómetros, por lo que tampoco podemos decir que es un ejemplar con un kilometraje excepcionalmente bajo. De hecho, el Miura naranja de The Italian Job tan solo tiene en su odómetro 19.000 kilómetros, y tiene un precio en torno a la mitad que este ejemplar blanco.
El modelo viene aparejado con toda su documentación original, incluido el manual de mantenimiento y servicio, así como la factura original de venta de 1969 y el kit de herramientas originales que eran entregadas por Lamborghini. El bloque V12 de 3.929 c.c. y 370 CV sigue siendo el original con el que salió hace casi cincuenta años de la factoría de Sant'Agata Bolognese, sin que el vendedor anuncie ningún tipo de reconstrucción o restauración importante en la mecánica V12.
Aunque el precio se nos antoja un tanto elevado para un ejemplar de estas características, lo cierto es que la voluptuosa carrocería diseñada por el entonces joven Marcello Gandini luce increíblemente espectacular en color blanco. Resaltando las suaves líneas y volúmenes que marcan el cuerpo dibujado por Gandini.
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