Pero había algo diferente. En la puerta, había aparcado uno de los camiones del equipo Renault F1, quizás un detalle que ninguno esperábamos. Cuando accedíamos a la sala de conferencias del edificio, junto a los principales responsables de Renault en España, también encontrábamos algunos responsables de Renault Sport, y de la división de Fórmula 1, que se encargan de suministrar motores tanto a los temibles Red Bull como al equipo Lotus.
Los responsables de Renault F1 nos explicaban el funcionamiento básico del KERS. Un motor eléctrico recoge energía del motor térmico en las deceleraciones, y la almacena en una batería. Cuando el piloto pulsa el botón del KERS en el volante, el proceso se invierte, y el motor eléctrico aporta de nuevo esa energía al motor térmico.
Con este mismo principio, durante el pasado Gran Premio de Valencia de Fórmula 1, el jefe de proyecto del KERS Renault, Laurent Debailleul, comenta a Tarik Ait Said, encargado de las Operaciones de Marketing de Renault Sport F1, y Axel Plasse, Director de la Ingeniería del motor V8 RS.27 de F1 que ha colaborado en la puesta a punto del motor eléctrico del Twizy, y surge la posibilidad de añadir el KERS al pequeño eléctrico de Renault.
A finales de diciembre, la dirección de Renault daba el visto bueno, y los ingenieros de Renault Sport F1, Renault Sport Technologies, y de Renault Design comenzaron a trabajar de forma conjunta para dar forma al proyecto, y dar vida al Renault Twizy RSF1.
Así es el Renault Twizy RSF1
La base del Renault Twizy RSF1 es la misma que la del Twizy que podemos adquirir en cualquier concesionario. Dado que el chasis original ya procede de Renault Sport, tan solo se han hecho algunas modificaciones en la parte baja del vehículo, para mejorar la aerodinámica, y añadir un difusor en la parte trasera.
También encontramos unos generosos alerones delantero y trasero, así como unos neumáticos de mayor tamaño, y lisos, frente a las pequeñas ruedas del Twizy de calle. En el interior, una tapa transparente nos deja ver el motor eléctrico, y el KERS acoplado a este mediante un desmultiplicador. Según los ingenieros, este ha sido el paso más complejo, puesto que el motor eléctrico del Twizy gira originalmente a 10.000 revoluciones por minuto, mientras que el KERS de Renault gira a 36.000 rpm, por lo que el acoplamiento entre ambos motores es complicado.
El volante, una obra de arte de ingeniería
El volante es otro de los elementos que cambia de forma radical. El Renault Twizy RSF1 recibe un volante derivado de los monoplazas de la Formula Renault 3.5. Una gran pantalla ofrece información al piloto sobre el estado de todos los parámetros del vehículo, como por ejemplo, la carga de batería normal, la batería del KERS, presión de aceite, temperaturas, etc.
El volante está presidido por dos ruletas principales, en las que podemos configurar los cuatro modos de recuperación de energía que ofrece el KERS, y elegir uno de los seis modos de entrega de potencia.
En la parte trasera, dos levas, al más puro estilo de la Fórmula 1, permiten la activación del KERS. Cada palanca lleva la potencia a una de las ruedas, por lo que, en caso de que nos resulte necesario, podremos tener los casi 100 caballos de potencia que proporciona el KERS en solo uno de los lados del coche.
Nos ponemos en marcha
Llegaba el momento de ver en directo el pequeño Twizy RSF1. Todo el equipo encargado de diseñar esta obra de arte se situaba alrededor del coche, y procedían a mostrarnos por primera vez su obra. Inmediatamente sus alerones llaman la atención. El frontal nos recuerda inevitablemente a los Formula Renault 3.5, mientras que el trasero parece diseñado para un Fórmula 1.
Un rápido vistazo al interior del habitáculo hace que la vista se nos desvíe rápidamente hacia la parte trasera, en la que una tapa transparente nos deja ver sin problemas tanto el motor eléctrico como el KERS, iluminados para la ocasión.
Tras una intensa sesión de fotos, los ingenieros de Renault F1 llevan el cohe a la improvisada pista de pruebas, donde tras una pasada a velocidad reducida, el piloto se dispone a activar el KERS. Se hace el silencio, y el Twizy RSF1 comienza a recorrer la recta en la que iba a activar el sistema. Solo se oye el rozamiento de sus ruedas contra el asfalto, y un pequeño silbido procedente del motor. De pronto, escuchamos un sonido similar al chasquido de un latigo, y el pequeño coche eléctrico sale catapultado a toda velocidad.
Quizás la pista de pruebas no era la más idónea, pero tras varias pasadas, pudimos ver como el KERS hacía que el pequeño Twizy diese incluso un pequeño salto al activarse, y multiplicar sus 17 caballos de potencia hasta los 100.
Desde Renault aseguran que el Twizy RSF1 ofrece una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 6 segundos, el mismo tiempo que utiliza el Megane RS, es decir, el modelo más potente de su gama.
Parece bastante claro que el Twizy RSF1 no saldrá en ningún momento al mercado, pero se trata de una primera aproximación de la tecnología KERS de la Fórmula 1 a un modelo de calle. Además, Renault ya ha puesto el Twizy convencional a punto para participar en el Campeonato de España de Montaña, estrenándose el pasado fin de semana en Ubrique, por lo que podríamos pensar en alguna competición derivada con este tipo de vehículo. En todo caso, habrá que esperar por el momento.
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