En el lugar más insospechado te puedes tropezar inesperadamente con otro de los recovecos que ofrece el vasto mundo del motor clásico. Hace pocos meses, deambulando por los andenes del Museo del Ferrocarril de Madrid, durante la celebración de la Exclusive Retroclásica nos tropezamos entre los distintos stands de repuestos y memorabilia con uno muy particular.
De la manera más modesta y familiar, pudimos encontrar y conocer a los responsables del taller Dragsters 2000, pequeña empresa familiar capitaneada por el Señor Manuel Domínguez, cabeza de familia que junto a su hijo, con el que no solo comparte el mismo nombre sino también la destreza para esta profesión, llevan las riendas de esta curiosa compañía dedicada a la chapa, pintura, restauración y transformación de vehículos.
La maestría de las manos de esta familia quedó patente cuando charlando acerca del material audiovisual que habían llevado a la muestra madrileña, encontramos un reciente proyecto de restauración realizado en su taller, trabajo de una dificultad sin par, máxime cuando hablamos de elaboraciones estrictamente artesanales, la restauración de la carrocería completa de un Ferrari F40 accidentado.
Aunque afortunadamente no hubo que lamentar perdidas en el incidente, el estado que presentaba la unidad de uno de los Ferrari más representativos de las últimas tres décadas era lamentable. Su carrocería, la primera de la historia en ser fabricada en materiales compuestos en un vehículo de producción resulta tan efectiva técnicamente como compleja de reparar tras un accidente.
Fabricada al completo en aluminio, fibra de carbono y kevlar, cada pieza y panel de la carrocería dibujada con maestría por Pininfarina es extremadamente ligera y rígida, pero una vez quebrada o astillada tiene poca solución, siendo más frecuente la sustitución directa, previo paso por caja del servicio de repuestos de la firma italiana.
A pesar de todo, este taller se dispuso manos a la obra una vez tuvieron el maltrecho F40 en sus manos, dando comienzo un laborioso y complejo proceso de reconstrucción completo, tan sencillo de explicar como complejo de realizar.
En primera instancia, una vez detectados todos los problemas a resolver, se procedió a reconstruir virtualmente la carrocería, llevando a su emplazamiento original todas las grietas y roturas, sujetándolas preventivamente con cinta durante el proceso, que consistió en soldar con nuevas láminas de fibra de carbono y kevlar, todas y cada una de las grietas y escisiones que cubrían toda su carrocería. Devolviendo la debida rigidez a cada pieza empleando los exquisitos materiales con los que fue concebida en principio.
En algunas zonas de manera más sencilla, pero en otras, dadas las particulares formas y volúmenes del F40 la tarea se tornó titánica, dado que no existían ni herramientas ni métodos estándar para poder sujetar debidamente las numerosas piezas totalmente despedazas, teniendo que emplear moldes creados ex-profeso para la ocasión a la misma vez que muchas piezas eran prácticamente reconstruidas desde cero también gracias a ese sistema.
No hubo un panel que no precisara de auxilio, y en puntos clave como los capós delantero y trasero, que además de sus complejas formas debían ajustar correctamente al finalizar el proceso, la labor manual de reconstrucción fue más que ardua, empleando mucho tiempo y paciencia para poder reforzar y volver a dar forma estas piezas, de un volumen considerable y plagadas de ranuras, relieves y volúmenes que hubo que respetar.
El resultado final, revestido de la referencia original de la pintura del modelo, habla por si solo de la maestría y mayúscula obra realizada por esta familia, que aproximadamente durante unos noventa días, dedicó una pequeña parte de su saber hacer a insuflar de nuevo vida a uno de los iconos del automovilismo moderno, el último Ferrari en nacer a los ojos del mismísimo Commendatore.
Este artículo al completo lo podéis encontrar en el número de febrero de 2015 de la revista Clásicos Exclusivos, ya a la venta en kioscos de todo el territorio nacional.
Edición fotográfica: LAPIX
Artículos recomendados