Las cosas materiales no son eternas y dependiendo del uso o del trato que se le dé duran más o menos tiempo. Esa premisa aplica a cualquier cosa, hasta lo que parece indestructible tiene un punto débil. Lo mismo ocurre con nuestros coches, por muy pequeños o por más grandes que sean, si no los cuidamos y los mantenemos adecuadamente se van a deteriorar más rápido de lo que pensamos. Debemos ser meticulosos con el mantenimiento preventivo, y no hacer como hacen algunos, dejar que pase el tiempo, tomarse las cosas a la ligera, y cuando vienen a ver su coche está por el suelo.
Debemos tener presente todos los aspectos que envuelven el buen cuidado de nuestro coche, incluso en condiciones extremas. El verano, por ejemplo, es una época en donde debemos observar ciertos detalles para combatir el calor, bien sea que nos tomemos un tiempo para ir de vacaciones o simplemente aprovechemos el tiempo para quedarnos en casa a descansar. El calor es uno de los factores más nocivos para nuestro coche. Si no tomamos las debidas correcciones, el calor del sol puede deteriorar severamente la parte externa de nuestro coche, y causar daños severos en su interior.
A nivel interno vale mencionar que el intenso calor del sol tiende a tostar parte de la tapicería, pero el tablero en especial, tiende a cuartearse e incluso, se parte cuando es expuesto continuamente a altas temperaturas. El tablero en sí es una de esas piezas complicadas a la hora de querer sustituirla. También se han visto casos de que a muchos se les cae el espejo retrovisor, el que va pegado del parabrisas, y esto debido a que el pegamento de dicha pieza pierde sus propiedades y deja de soportar el peso de espejo. El calor también hace que con el tiempo la tapicería del techo se pudra y se caiga, y cuando esto ocurre es obligatorio su sustitución.
Revise los niveles del radiador
¿Pero qué hacer cuando nos toca viajar en temporada de verano o caliente? Hay algunos consejos que podemos seguir para cuidar nuestro coche y evitar que hasta algunas piezas mecánicas sufran recalentamiento. Lo primero que debemos revisar antes de salir de viaje en verano es la cantidad de refrigerante, y en algunos casos, la cantidad de agua que hay en nuestro radiador. Algunos expertos recomiendan cambiar el agua o el líquido refrigerante almenos una vez al año. Hay que revisar los niveles periódicamente, y constatar que el depósito de agua o refrigerante tenga la cantidad suficiente. En temporadas en que el calor es más intenso, la temperatura de nuestro motor suele aumentar; correr el riesgo de recalentamientos es prepararse para reparar todos los daños que suelen venir cuando eso sucede, que generalmente son muy costosos. Muchos mecánicos le llaman a esta consecuencia "fundido de motor".
Cuidado con las fugas en los conductos de agua y radiador
Otro detalle digno a tomar en cuenta son las fugas tanto en los ductos por donde pasa el agua, como en el propio radiador. A veces ocurre que estas fugas solo se detectan cuando el motor está en caliente, sin embargo, si notamos que tanto el agua o el refrigerante se gastan rápidamente será apropiado realizar un chequeo exhaustivo para verificar donde está la fuga de líquido. Recuerde, quedarse sin agua o refrigerante ocasionaría recalentamientos al motor.
Pendientes con la bomba del agua
La bomba del agua es la pieza que hace que circule el líquido por el radiador y el bloque del motor, si esta falla, este ciclo se detendría y las consecuencias nos llevarían al recalentamiento. Las bombas cuando se dañan se trancan o comienzan a botar líquido cuando se activan. Existen mecánicos especializados en la reparación de las bombas de agua de los coches, pero no todos recomiendan dicha solución ya que una bomba reparada puede durar solo unos cuantos meses; la verdadera solución es sustituirla si deja de funcionar.
Mantenga el nivel de sus neumáticos
Otro detalle que solemos olvidar tiene que ver con la cantidad justa de libras que deben tener nuestros neumáticos. SI nuestras gomas tienen menos aire o una cantidad superior, seguramente se deformará, sobre todo si circulamos por caminos de tierra, o pisamos objetos contundentes o huecos en la vía. El calor del asfalto también influye sobre las gomas, y una menor presión terminaría por desgastar el neumático más de la cuenta. Por ello, le recomendamos revisar la presión de sus gomas antes de tomar carretera.
Revise el líquido del limpiaparabrisas
Es otro detalle que, aunque no afecte el rendimiento de nuestro motor, le será muy útil cuando tome carretera. Los rayos del sol pegan directamente en el parabrisas. Imagínese lo caliente que se pone el vidrio y hasta los limpia parabrisas. El mantener agua en el depósito del limpiaparabrisas nos ayudará, no solo a limpiar el vidrio, sino a mantenerlo fresco, inclusive cuando haya tráfico. Las gomas de los llamados "cepillos" también se tostan, se desgastan y pierden sus propiedades. Cuando los limpiaparabrisas dejan de limpiar eficientemente el vidrio es momento de cambiarlos. No encienda los cepillos cuando no haya agua en el recipiente, o cuando no este lloviendo, así evitará rayar el vidrio.
Estacione su vehículo bajo la sombra
Solo así evitaremos que el habitáculo se caliente en demasía y se deterioren piezas y materiales por el calor excesivo. Y algo que le recomendamos en estas vacaciones es evitar comer o dejar alimentos dentro del coche que se dañen por el calor, sobre todo, si le toca estacionarse al sol. Recordemos que cuando los alimentos se dañan expiden malos olores, y muchas veces estos aromas son absorbidos por la tapicería del coche.
Pasemos unas felices vacaciones y disfrutemos al máximo en familia, pero sin olvidarnos de los cuidados de quien nos lleva y nos trae con bien, nuestro querido coche.
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