La historia de Rolls Royce comenzó como comienzan los grandes negocios, las grandes empresas y las más reconocidas corporaciones, con una sociedad. La afamada firma es reconocida en el mundo por el diseño y la fabricación de coches de alta calidad, lujosos, con acabados de primera y que solo unos pocos pueden disfrutar. Los Rolls Royce han estado presentes en muchos desfiles, y han transportado a diversas personalidades reales, y a reconocidas figuras del mundo artístico. No cualquiera puede decir que se subió a un Rolls Royce. Son todo un clásico en el mundo automotriz a nivel mundial que nunca pasan de moda.
Creadores
Quienes dieron pie a la famosa marca de coches fueron dos hombres con una pasión que los identificaba, los autos. Sus fundadores fueron Frederick Henry Royce y Charles Stewart Rolls. Ambos se conocieron en Manchester en 1904 y desde entonces compartieron ese amor por los vehículos finos y de gran calidad. Fundaron una compañía en 1906 que trasladaron a Derby en 1908. Desde que iniciaron el negocio de coches ambos acordaron que todos sus modelos se llamarían "Rolls Royce" y solo esta compañía se encargaría del diseño, la fabricación y las ventas de todos sus vehículos. Este fue el inicio de un negocio que tuvo altibajos, pero que a la larga supo cómo mantenerse a flote hasta nuestros días.
En 1906 la marca lanzó el Silver Ghost, un modelo que genero buenos dividendos a sus creadores; este coche fue el responsable de darle una muy buena reputación a la compañía. Contó con un motor de 6 cilindros. Desde entonces, Rolls Royce empezó a experimentar muy buenas ganancias con respecto a sus rivales, por ello, en 1931 la empresa adquirió a la conocida Bentley, que se dio en bancarrota, luego de la denominada gran depresión. Así se explica el porqué los coches de Bentley Y Rolls Royce fueron muy idénticos, por lo menos hasta principios del 2002.
Debacle de la marca
Pero las cosas en la casa británica se pusieron feas luego de desarrollar un super motor para aviones con características especiales, cuya inversión llevó a la bancarrota a Rolls Royce. Esto ocurrió en 1971. Sin embargo, los fabricantes contaban con una buena reputación dentro del gobierno actual, por lo que pasó a ser nacionalizada y salva, por así decirlo, para evitar que desapareciera del mapa automotriz de aquel entonces. Fue así como dos años después, los negocios de venta de coches y el de fabricación de motores de aviación y marina se separaron.
En 1980 Vickers compró a Rolls Royce y se hizo de todas sus ventas. Casi dos décadas tardaron los nuevos dueños para luego decidir venden la marca al mejor postor, y ante ello se presentaron tanto BMW como Volkswagen como candidatos a suplirlos. La venta de Rolls Royce pareció totalmente contradictorio para los expertos en la industria automotriz de la época, sobre todo, porque era precisamente el año en que se comenzó a sentir el auge por los coches de marcas reconocidas, pero sobre todo, por aquellos clásicos que se inspiraban en el pasado.
Compradores actuales
Las dos empresas alemanas de gran prestigio se debatieron para ver quien se hacia de Rolls Royce y de toda su larga tradición y reputación mundial. Volkswagen dio el primer paso y canceló unas 430 millones de libras por la firma británica. A pesar del esfuerzo, la división de motores de aviación decidió vender las patentes y licencias del nombre y el logotipo de Rolls Royce a BMW y no a Volkswagen, quienes ya habían adquirido los derechos del famoso emblema de la marca "Spirit of Ecstasy". La empresa BMW canceló unas 40 millones de libras por el distintivo más valioso de la marca, a saber, el famoso logotipo "RR".
Para evitar males entendidos y problemas legales entre ambas empresas, desde 2003 tanto BMW como Volkswagen acordaron que solo BMW usaría a la marca Rolls Royce, y en el caso de Volkswagen, solo usarían a Bentley.
Propietarios de altura
Como se mencionó, los coches Rolls Royce han trasladado a personalidades del mundo artístico, asi como también a reyes y príncipes de todo el planeta. Un ejemplo de ello lo encontramos en el modelo Rolls Royce Phantom IV, que se fabricó en 1948. Este coche tan peculiar llevó un motor de 8 cilindros, y se calcula que su velocidad máxima alcanzaba los 160 kilómetros por hora. Solo se fabricaron 18 unidades en todo el mundo. Entre los dueños más exclusivos de los modelos Rolls Royce se encuentran la Reina Isabel II de Gran Bretaña, el Emir de Kuwait, la Duquesa de Kent, el Príncipe Talal de Arabia Saudita, el Rey Faisal II de Irak, entre otras personalidades.
Colecciones importantes
Todavía existen lugares en donde se guardan y coleccionan algunos modelos Rolls Royce trascendentales. El ejército de tierra de España conserva tres modelos tipo limosina, dos de cinco y siete pasajeros respectivamente y otro modelo descapotable que solo se usan en eventos de suma importancia y protocolares. En la torre Loizaga, ubicada en la provincia de Vizcaya en España, se encuentran unos 43 modelos de Rolls Royce. Esta colección es la más importante talvez en todo el mundo, ya que posee casi todos los modelos de coches Rolls Royce desde que salieron al mercado.
Siguen vigentes
Según su historia, podemos llegar a la conclusión de que todos los modelos Rolls Royce son realmente exclusivos y dirigidos para un grupo específico de personas. En nuestros días, la marca se sigue manteniendo en los lugares top de la industria automotriz y, así como lo hicieron desde el comienzo, siguen siendo muy meticulosos en la construcción de los vehículos y los materiales que se utilizan para tal fin. El último modelo en salir al mercado fue el Rolls Royce Dawn Black Badge, un súper coche con toques juveniles, de 5,3 metros de longitud y descapotable. Aunque solo pocos pueden disfrutar de su exclusividad, por los elevados costos para adquirirlos, Rolls Royce seguirá siendo una de esas joyas que no pasará de moda con el pasar de los años.
Artículos recomendados