A partir de este mes, el público podrá adquirir el deportivo alemán por el módico precio de 130.000 euros, situándose unos 85.000 euros por debajo de su compañero de marca: el SLS AMG Coupé. Es el cuarto modelo Black Series lanzado desde el año 2006 y bajo su capó esconde un motor V8 de 6,3 litros que es capaz de dar un rendimiento de 517 CV. Estos datos junto a la caja de cambios AMG Speedshift MCT de 7 velocidades hacen que el nuevo modelo de AMG acelere de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos alcanzando los 300 km/h de velocidad máxima (limitada electrónicamente).
Como la potencia sin control no sirve de nada, Mercedes-Benz se ha preocupado por añadirle al C63 un conjunto de frenos de alto rendimiento, neumáticos deportivos y un equipamiento específico, todo de mano de AMG, que ha hecho disponible un paquete aerodinámico opcional: flics delanteros, splitter frontal y un alerón en fibra de carbono.
Del circuito a la carretera
En cuanto al diseño, la compañía alemana se ha inspirado en su modelo de carreras: El SLS AMG GT3, para crear este coupé tan radical que ha conseguido superar en cuanto a potencia a todos los modelos de la Clase C de Mercedes-Benz, desde que se presentara en el año 1990.
Un auténtico coche de carreras que ha saltado de los circuitos a la carretera para hacer las delicias de los amantes de la marca de la estrella y por el que Mercedes-AMG se ha preocupado por mantener su filosofía de transferir la tecnología de la competición a la calle desde hace 44 años.
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