Ferrari LaFerrari. Sólo el nombre nos evoca epicidad y grandeza. Es EL Ferrari; LA porque en Italia los coches son en femenino; el definitivo, el más avanzado, el más rápido y, por ser italiano, el más pasional. Muchos de nuestros lectores, servidor incluido, darían su alma al diablo por poder poseer y conducir un vehículo así. Incluso parece que Hamilton le ha puesto los cuernos a Mercedes comprándose uno.
Parte de su grandeza radica en que es un objeto extremadamente exclusivo. Por un lado, la producción está limitada a 499 unidades, realmente pocas. Por otro, tú no elijes el LaFerrari, el LaFerrari te elige a ti. Es la marca quien selecciona a sus clientes más fieles para ofrecerles este espectacular hiperdeportivo. Finalmente, y esto es esencialmente lo que lo separa de nosotros, los mortales, el precio. Con una tasa superior al millón de euros, el número de personas que pueden acceder a él es realmente limitado.
Pese a ello, Ferrari había vendido todas y cada una de sus unidades antes de empezar la producción. El problema es que no todos los ricachones son realmente aficionados a la automoción y, por triste que parezca, la mayoría de estos hiperdeportivos están destinados a dormir en garajes casi toda su vida.
Colega, ¿dónde está mi coche?
Bien porque a su afortunado propietario sencillamente le gusta más admirarlo que conducirlo, o bien porque, como pasa en la mayoría de los casos, para ellos no son más que inversiones. Algo que comprar a X millones para después venderlo al doble, al cabo de unos años.
No sabemos si esa es la razón que ha llevado a un propietario de uno de los 499 LaFerrari a dejar el suyo durante más de un año en un concesionario de la marca en el sur de Inglaterra. Desde que Ferrari entregó el modelo, se ha pasado todo el tiempo allí, con 0 millas en su marcador y con una estricta política de "no tocar", sin que el flamante dueño se digne a aparecer a buscarlo.
Las razones no se saben, y por especular se puede especular cualquier cosa. Pero me cuesta mucho creer que alguien pueda olvidarse de un evento tan importante como la entrega de una de las obras maestras de esta nuestra industria.
Fuente: The Supercar Kids
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