El Seat 600 cumple 40 del cese de su producción

Ayer, hace justo 40 años, fue un día triste "automovilísticamente" hablando, un día en el que uno de los reyes de las carreteras españolas nos dejó, tras 16 años y casi 800.000 unidades producidas. El Seat 600 motorizó a España en tiempos difíciles, y es por ello que merece que le rindamos un pequeño homenaje en Motor y Racing.

Fabricado en la zona franca de Barcelona, bajo licencia Fiat, el Seat 600 estaba basado en el Fiat 600. Con casi 3.300 milímetros de largo contaba con 2 puertas y cuatro plazas (aunque todos conocemos historias que hacen dudar si tenía alguna plaza escondida en algún rincón). Lo movía un pequeño corazón situada en su parte trasera, que movía con ligereza sus 615 kilos que llegó a pesar la versión más "obesa".

Pasando a la parte mecánica, contaba con dos motores. Uno de 633 centímetros cúbicos que contaba con 18, 21,5 o 24,5 CV, mientras que el motor de 767 centímetros cúbicos contaba con 25 o 28 CV, todo un potencial en su época.

Una caja de cambios de cuatro velocidades ayudaba a pasar toda la potencia a sus ruedas traseras, potencia que era frenada por unos, ahora, prehistóricos frenos de tambor en las cuatro ruedas. También contaba con suspensión independiente en las cuatro ruedas.

Su velocidad máxima estaba entre 95 y 115 Km/h, con un consumo de 10litros a los 100 Km en ciudad, mientras que en carretera bajaba a los 6,5 litros. Su autonomía disponible era de unos 400 kilómetros por deposito.

Hubo distintas versiones del Seat 600, las cuales, además de las conocidas como 600 Normal, 600 D, 600 E y 600 Especial, nos encontramos versiones más "raras" como una versión descapotable o una versión comercial.

Disponibilidad de 4 puertas

Si el Seat 600 se te hacía pequeño, o poco práctico, también podías optar por un Seat 800, que no contó con homólogo italiano y disfrutaba de una carrocería 180 milímetros más larga que la carrocería de un 600 (de echo, en un principio, las carrocerías de los 600 eran alargadas a mano para convertirlos en 800) y dos puertas más. Las mecánicas disponibles eran exactamente las mismas que las del Seat 600

El precio que tenía el pequeño de Seat era de 63.000 pesetas, es decir, 378,64 euros al cambio que, si ahora mismo no supondría un gran desembolso, hace 56 años era todo un esfuerzo reunirlo para poder adquirir una ansiada unidad.

Desde la desaparición del Seat 600, el Seat 133, el Seat Panda, el Seat Arosa o incluso el Seat Mii han intentado rellenar el hueco que ha dejado, pero ninguno ha sabido igualar el encanto de la "pelotilla".

En Motor y Racing estamos preparando un reportaje especial a la "pelotilla", por lo que recomendamos que estéis atentos a esta web para descubrir nuestro particular homenaje al coche que motorizó todo un país.