Al parecer este es el año de los coches clásicos. En lo que va del 2018 hemos disfrutado de los muchos modelos que se han venido presentando en las diferentes subastas, coches icónicos, algunos de ellos realmente impresionantes, no solo por sus características a nivel mecánico, sino por su origen, o porque sencillamente pertenecieron a alguien influyente, llámese actor, cantante, político, historiador y pare usted de contar. Las subastas de coches clásicos son un espectáculo que jamás deberíamos perdernos, sin importar que podamos o no participar activamente en ella ofreciendo dinero para hacernos de algún modelo en particular.
En esta oportunidad les hablaremos sobre un Mini muy especial que perteneció nada más que al famoso cantante británico, Paul McCartney. Lo primero que debemos considerar antes de detallar este vehículo es que se trata de un coche muy conocido por todo el mundo. Mini es una marca que supo hacerle honor a su nombre, de hecho, se han fabricado millones de estos "mini coches" alrededor del mundo y su aceptación entre el público ha sido total. El Mini es un vehículo de pequeñas dimensiones que poco a poco se convirtió en el favorito de muchas personas, no solo porque su tamaño le permite estacionar en casi cualquier espacio, sino porque resulta un vehículo práctico y cómodo a pesar de su volumen y ahorrativo cuando se trata de mantenimiento preventivo.Cualidades externas
Pues al parecer esta fue una de las razones por las que McCartney disfrutó de su coche. Se trata de un Mini Cooper S DeVille, un coche con características especiales, que sabía diferenciarse de los mini convencionales. A nivel externo, por ejemplo, este modelo contó en su frontal con faros adicionales que aparecen incrustados en su parrilla. Los paragolpes de este coche son elegantes ya que están fabricados en metal y forrados o pintados en cromo. Apreciamos también el logo de la marca en el centro del capo, sus típicos faros redondeados, y sus diminutas luces de cruce.
Al observar sus costados notamos esa delgada línea plateada que sigue al coche desde la parte delantera hasta llegar hasta atrás, haciendo un juego perfecto con las líneas cromadas que rodean, por así decirlo, a las ventanas del vehículo. De la misma manera, las cerraduras de las puertas son en color cromo, y las pequeñas llantas o rines combinan el color negro con el plateado. Hay que destacar el techo del coche, el cual es corredizo y contribuye a que entre la luz del día en el habitáculo.
Al llegar a la parte trasera del coche observamos unas luces de freno o stop diferentes a otros modelos de la marca, acompañadas de la luz de cruce y la de retroceso; cabe destacar que las tres luces vienen en forma redondeada. La cerradura de la cajuela o maletero también es en color cromo. Tiene una salida de escape, y su paragolpes también es en un elegante color cromo.
Dentro del habitáculo
Al ingresar al habitáculo observamos un tablero y un salpicadero en madera fina. El volante es de tres radios en metal y madera. Los relojes marcadores de la velocidad, temperatura, combustible, entre otros son analógicos. Los pedales son completamente metálicos, los asientos son en cuero, entre otras cosas.
Aspectos mecánicos del coche
Cuando nos toca referirnos a su nivel mecánico tenemos que decir que cuenta con un potente motor a gasolina de 1.2 litros, que viene apoyado por una caja de cambios manual de cuatro velocidades. Otro de los aspectos interesantes es que cuenta con un sistema de freno hidráulico en las cuatro ruedas. Un detalle que no podemos pasar por alto es que este coche fue comprado por Brian Epstein, en este caso, el mánager de los Beatles, de hecho compró otros tres para el resto de los integrantes de la banda los Beatles.
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