Corría el año de 1965, año en el que Carroll Shelby se encontraba en un momento muy importante de su vida, pero también fue un año muy complicado debido a la gran cantidad de proyectos que tenía pendiente por culminar. Acabando la fabricación y el lanzamiento del Cobra 427 no dejó de lado su pasión por los coches, asi que se hizo cargo de unos de los proyectos que al año siguiente le daría la satisfacción de hacerse con el título de las 24 horas de Le Mans; este proyecto era el Ford Gt40. Pero al mismo tiempo se encontraba desarrollando otro de los coches que más tarde se convertiría en unos de los vehículos más icónicos en la historia del mundo automotriz, el Shelby GT350 de Mustang.
Tantas obligaciones no representaban realmente un obstáculo para él ya que una vez que se involucraba en un proyecto le dedicaba gran parte de su tiempo, pero una de las cualidades más asombrosas que tenía este hombre era que, por más ocupaciones que tuviese, su mente siempre se encontraba en un proceso creativo, asi que a la par de estos proyectos en los que ya se encontraba trabajando en su mente estaba recreando algo nuevo, el cual quiso hacer realidad inmediatamente, pero al no contar con el tiempo necesario para poder llevarlo a cabo, le encargó esta responsabilidad a JW Automotive Engineering, una compañía que para el momento trabajaba con Ford.Se presentó la propuesta
Carroll le entregó a la gente de JW una propuesta, pero ellos desarrollaron el concepto de una forma muy diferente, tanto asi que la propuesta de Shelby era crear un coche deportivo que montara un motor V8 en su parte delantera; su idea era fabricar un coche con rasgos similares al del recientemente lanzado Cobra, pero este vendría a ser una suerte de evolución de este modelo. En JW tomaron como referencia el Ford GT el cual montaba el motor en la parte trasera del coche, esto modificaba la apariencia de coche de manera muy radical.
El resultado fue un coche con un diseño bastante radical, que aunque mostraba un acabado un tanto civilizado, para la época lucía muy futurístico. Para la fabricación de este coche se utilizaron elementos tanto del modelo cobra como del Ford GT40. En cuanto a las prestaciones del coche se sabe que superaba por mucho al modelo que pretendían sustituir, el Cobra, de hecho el nombre propuesto para este diseño inicialmente fue Cobra III pero debido a que el nombre cobra lo utilizaba uno de los coches producidor por Ford tuvo que ser cambiado, recibiendo un nuevo nombre que es el mismo con el que es conocido hasta el sol de hoy, a saber, Shelby lone Star, en honor al lugar de nacimiento de Carroll Shelby.
algunos detalles del coche
Este coche presentaba un habitáculo bastante pequeño al que de hecho era muy difícil acceder; en su interior podíamos apreciar solo dos plazas en terminaciones de piel, con un salpicadero muy sencillo en el que se observa un cuadro de instrumentos dividido en tres secciones. En su parte externa era similar en algunos aspectos al cobra siendo unos de sus rasgos más característicos su extensa zaga la cual escondía en su interior el novedoso motor desarrollado por Ford el V8 351.
Costaba el doble del GT4
El Lone Star fue enviado a la sede principal de Ford para que le dieran el visto bueno para poder iniciar su producción, pero esto no sucedió pues al parecer este diseño no gusto mucho ya que parecía un modelo poco funcional y demasiado atrevido para ser un modelo de calle; y aunque contó con todo lo necesario para ser un coche de circuito, a Ford no le interesó ya que el presupuesto necesario para producirlo era muy elevado, de hecho se dijo que costaba más del doble de lo que costaba producir un GT40. Otro de los detalles que jogó en contra es que Ford comenzó a cosechar victorias con el GT40 y mucho menos les intereso como un coche de circuito ya que contaban con el Ford GT4, por ello, el coche fue aparcado y dejado en el olvido.
Muchos años después un particular del que no tenemos ningún tipo de información se dio a la tarea de restaurar este coche para devolverle el brillo de sus primeros días, tarea que no fue nada fácil, ya que este vehículo al ser un prototipo no contaba con un stop de repuestos en el mercado. Su restauración llevó un poco más de 10 años, y luego de ese largo periodo, y mucho esfuerzo, finalmente se presentó por primera vez al público en el evento llevado a cabo en los campos de golf del Amelia Island Concours d Elegance, siendo uno de los principales atractivos del evento. Aun en nuestros días, continúa siendo un misterio las verdaderas razones por las cuales Ford no dio luz verde para producir este coche, si queda claro que tenía todo para asegurarles el éxito que acompañaba a los modelos creados por Shelby.
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