Bajas ventas
El escaso éxito comercial de la tercera generación del modelo había provocado multitud de especulaciones acerca del futuro desarrollo del modelo y la posibilidad de incorporar a la gama versiones y configuraciones más civilizadas, como la posibilidad de incluir una transmisión automática o de doble embrague, sobre todo tras el éxito arrollador que ha supuesto el nuevo Corvette Stingray.
En la misma entrevista, Gilles fue preguntado por estas posibilidades de incorporar nuevas transmisiones o la posibilidad de crear una nueva versión con un V8 más pequeño que el V10 actual, lo cual negó rotundamente.
También añadió que a pesar de que reconocen que estas nuevas configuraciones son tendencia actualmente, el Viper realmente no es así, ya que el carácter del modelo no se corresponde con ese concepto, distinguiendo que esas configuraciones son más características de un Corvette, algo en lo que afirman no tener ningún interés en convertir el Viper actual.
Sensaciones puras de la vieja escuela
Seguiremos teniendo por tanto, un Viper posicionado como el sucesor espiritual del legendario Cobra, a pesar de que, irónicamente, la generación actual del modelo es la más civilizada, equipada y mejor rematada de la historia, gracias sobre todo a las sinergias con el Grupo Fiat, propietaria de firmas como Ferrari y Maserati.
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