La medida, de carácter temporal, fue emitida el pasado viernes por las autoridades de Tráfico del país alpino y podría afectar hasta a 180.000 unidades, tanto ejemplares no vendidos como ejemplares ya registrados, pero que están a la espera de propietario.
Las versiones afectadas se corresponden a las que equipan los motores TDI de 1.2, 1.6 y 2.0 litros de cilindrada, todos ellos homologados e incluidos en la categoría de emisiones Euro5. Lo que significa que el resto de motores que ya están homologados bajo la normativa Euro6.
Las marcas afectadas por esta medida del gobierno suizo se corresponden tanto a los de la firma Volkswagen como de SEAT, Skoda o Audi. Marcas que montan dichos motores en la práctica totalidad de sus gamas.
Dieselgate
Este es una de las últimas consecuencias desde que hace poco más de una semana la EPA, la agencia medioambiental de los Estados Unidos, comunicara que había sido descubierto un dispositivo en forma de software en los motores de 2.0 litros TDI de las firmas Volkswagen y Audi en Norteamérica, que lograban falsear las emisiones de los mismos durante las correspondientes pruebas de emisiones.
Y que en tan solo una semana ya ha costado el puesto al CEO del Grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, cuyo sustituto, Matthias Mueller, fue precisamente anunciado el pasado viernes, la misma jornada que Suiza comunicaba la prohibición de comercializar dichos modelos del Grupo.
Según Mueller, su primera labor será "volver a ganar la confianza de los clientes del Grupo Volkswagen no dejando piedra sin mover y con la máxima transparencia, así como la elaboración de las conclusiones correctas de la situación actual."
Tarea que se nos antoja ardua, ya que la inclusión de dicho software en una familia de motores global ha terminado afectando incluso a marcas que ni siquiera tienen presencia en los Estados Unidos, por lo que la labor de relaciones públicas afectará a las principales marcas generalistas del Grupo.
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