El ultimo integrante de la serie de prototipos FCV de Toyota es algo más que un concept destinado a adornar los stands de la marca en los distintos salones internacionales, prefigura lo que será, al menos a nivel técnico, el futuro vehículo impulsado a hidrógeno de la firma.
Aunque determinados medios lo han catalogado integrándolo en la gama Prius del fabricante nipón, lo cierto es dicha cuestión sigue en consideración por parte de la compañía, ya que la etiqueta Prius tiene peso y credibilidad en prácticamente todo el globo, lo que ayudaría al futuro modelo a entrar en el mercado, lo que sí es seguro es que su comercialización está confirmada para alrededor de 2015.
Diseño
El concept FCV de 2013 presenta una carrocería de líneas escultóricas, arriesgadas para un coche de producción e inspiradas según la compañía en la transición del aire al agua, que es nada menos que el mismo proceso químico con el que la motorización del FCV consigue la electricidad que lo hace moverse.
La parte delantera está presidida por las enormes entradas de aire, enfatizando así su significado mientras que a medida que va discurriendo la línea del modelo, formas orgánicas y fluidas inspiradas en el agua nos llevan hacia la trasera, inspirada directamente en un catamarán.
Evidentemente esto forma parte del decorado como en todos los espectáculos, para engalanar el concepto, en el momento que se desvele el vehículo de producción veremos algo con una estética mas mundana.
Técnica
El FCV (acrónimo de Fuel Cell Vehicle) utiliza el hidrógeno para combinarlo con el aire y formar agua, mediante ese proceso se liberan electrones, electricidad empleada en alimentar la propulsión eléctrica del modelo.
El hidrógeno debe ser repostado, como los carburantes actuales, para lo que la marca anuncia que se emplea un tiempo inferior a 3 minutos en llenarlo, y ya con los dos depósitos de que dispone a plena carga se puede realizar una autonomía anunciada de 500 kilómetros. Cifras muy similares a los vehículos de carburante actuales.
Mercado
La versión de producción estará destinada al Estado norteamericano de California, en el que tanto por público potencial como por infraestructura puede acoger el nuevo concepto. Precisamente en California es donde actualmente ya se lleva años vendiendo el que debería ser su único competidor, el Honda FCX Clarity, que emplea una tecnología similar, alimentado por hidrógeno.
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