La tracción total en las cuatro ruedas surgió casi a los inicios de la comercialización de los vehículos, generalmente se les conoció como los todoterrenos y fueron creados como una necesidad para usarlos para la guerra en el transporte de soldados y armamentos pues su versatilidad y aplicaciones les permitía adentrarse casi por cualquier tipo de terreno sin importar las condiciones de este, así las tropas podían hacerle frente a sus enemigos y llegar a los sitios o lugares de batalla en las que ningún vehículo de tracción convencional, vale decir 4x2 pudieran haberlo hecho.
Surgen los primeros 4x4 o de tracción total
No fue sino hasta principios de la Segunda Guerra Mundial cuando el Ejército de los Estados Unidos de América organiza una competencia entre varios fabricantes de autos para que crearan un vehículo con especificaciones muy concretas; como característica más importante que pudiese transitar por cualquier tipo de terreno, que cargara un mínimo de 300 kg, que pudiera alcanzar una velocidad de 100 km/h, que presentara un parabrisas abatible para que sirviera de ambulancia y que por supuesto fuera liviano y no pesara más de 600 kg. En dicha competencia participaron tres fabricantes: Ford, Batam y Willys-Overland. De allí salió el Jeep Willys que de sus inicios y hasta nuestros días se les conoce bajo el nombre de 'Jeep'.
Sin embargo, aunque al principio la tracción total o 4x4 se utilizaba únicamente en los vehículos rústicos o los Jeep, al ir avanzando los años su uso se ha extendido a aquellos automóviles convencionales que no han sido fabricados para utilizarse en terrenos accidentados, como también en aquellos que ahora se les denomina: 'SUV'. Esto se debe a que la tracción total provee una mayor adherencia y control junto con una mayor seguridad en situaciones desfavorables como por ejemplo en las curvas.
Tipos de tracción total
Existen dos tipos de tracción total: la tracción total conectable que a su vez pudiera ser aquella conectable manualmente como la conectable automáticamente y la tracción total permanente. Es importante destacar que todos estos sistemas presentan un diferencial delantero y uno trasero, pero la tracción total permanente incorpora además un diferencial central. Pero comencemos hablando de la tracción total conectable manualmente.
Tracción total conectable manualmente
Este es un dispositivo que se caracteriza por ser accionado de manera manual ya sea por una palanca selectora o algún botón en el habitáculo y donde escogemos si queremos tracción ya sea en un eje o en ambos. Cuando utilizamos un solo eje, alguno de los diferenciales, ya sea el trasero o el delantero estará desconectado. Pero cuando acoplamos ambos ejes, estos girarán al mismo ritmo en las cuatro ruedas. Generalmente en los todoterrenos o rústicos, el eje principal es el trasero, mientras que en los vehículos convencionales o turismos su eje principal es el delantero. Esta prestación se activa gracias a un sistema de acople que se encuentra comúnmente a la salida de la caja de cambios y presenta una especie de caja pequeña con engranajes reductores que aumenta el par a las ruedas, ya sea las delanteras o las traseras.
Tracción total conectable automáticamente
Es aquel sistema de tracción en la que interviene un embrague multidisco IT-CC de accionamiento electromagnético. Esta prestación mantiene accionadas solo las ruedas delanteras en condiciones normales y solo se activa y aplica en las ruedas traseras cuando se produce un deslizamiento en alguna de las ruedas delanteras, permitiéndole así al vehículo recobrar un mejor control y estabilidad. Aunque carece de un selector de tracción en el habitáculo como en el caso de la tracción total conectable manualmente, si dispone de un control de descensos. Por lo general funciona mediante un acople viscoso o de lamas y la compensación del deslizamiento de los ejes se puede regular incluso a través de la intervención de los frenos, por lo que no es necesario utilizar un acople de diferenciales o engranajes pesados para sus ruedas delanteras o traseras.
Tracción total permanente
Es aquella en donde las cuatro ruedas se encuentran engranadas de forma continua a la transmisión. Es importante destacar que para este sistema es necesario contar por lo menos con un diferencial en cada eje y un diferencial central a donde llegará primeramente la fuerza del motor. Esta prestación mejora la capacidad de tracción y su uso se extiende en aquellos vehículos todoterreno o rústicos sobre todo en las condiciones muy resbaladizas o en donde algunas de las ruedas queda en el aire por las condiciones del terreno. No obstante, hay coches que la emplean actualmente como por ejemplo el muy reconocido Porsche 911 Turbo y el Audi R8 ya que les garantiza a través de este tipo de tracción transmitir el potencial del motor a sus cuatro ruedas.
Un detalle importante es que la tracción total logra aumentar la velocidad media, (más no la máxima) al pasar por una curva y así podemos acelerar antes pues disponemos de una mayor capacidad de tracción. Además nos permite frenar más tarde ya que el motor reduce la velocidad al estar aplicado en las cuatro ruedas. Este sistema presenta una desventaja en lo que a consumo de combustible se refiere, también puede darse el caso de que en algunos coches se tenga un pérdida de espacio ya sea en su maletero o en sus plazas traseras al tener que alojar sus componentes. En fin, el sistema de tracción total ha permitido que los vehículos pequeños y rústicos experimenten enormes ventajas junto con una mayor seguridad, mejorando la adherencia sobre todo tipo de terrenos.
Artículos recomendados