Bugatti aprovecha la celebración del Pebble Beach Concours d'Elegance para presentar el último integrante de la serie "Les Légendes de Bugatti", cerrando así el ciclo iniciado precisamente en el mismo lugar, un año atrás, en la edición 2013 del mismo evento californiano.
Para tan insigne ocasión, la firma francesa tenía reservado el mayor de los honores para la última criatura de esta serie, que homenajea los personajes y modelos más característicos e importantes de su historia.
Y tal y como habíamos vaticinado la pasada primavera, cuando resumimos los modelos pertenecientes a esta serie limitada en un artículo especialmente dedicado, la firma alsaciana rinde honores a su personaje más insigne, Ettore Bugatti, su fundador. Y para ello dota al nuevo modelo de detalles únicos de diseño tomando como referencia el modelo más emblemático de la marca, el Type 41 Royale.
Bugatti Ettore Bugatti
El último modelo de la exclusiva serie "Légendes" disfruta, como los otros cinco integrantes de un acabado específico, pero no único, ya que también serán construidos tres ejemplares con esta particular configuración.
El Ettore Bugatti se inspira en el Type 41 Royale de 1932 y su carrocería de doble tono. El frontal y lateral están acabados en aluminio pulido a mano, muy brillate, en alto contraste con la trasera y la zona superior realizada en fibra de carbono vista acabada en azul oscuro.
Espejos retrovisores y llantas cromadas, empleando el mismo juego de color entre el brillo desmedido del metal pulido y el azul oscuro terminan de completar el exterior de esta elegante combinación, muy similar a la ya vista en la edición especial Meo Costantini, pero en esta ocasión con un tono de azul más oscuro y sobrio.
En el interior encontramos un habitáculo totalmente revestido de piel de la mejor calidad en tonos marrones claros y grabados del famoso elefante, esculpido originalmente por Rembrandt Bugatti para presidir el infinito capó delantero del Royale.
Bugatti Royale
El Royale es uno de esos modelos que forman por si solos una leyenda dentro del mundo del automóvil. Creado "solo para reyes", como el propio Ettore Bugatti lo describía, era el summum de todo lo conocido en el mundo del automóvil hasta la fecha.
No en vano, una de las pocas unidades del Royale, la denominada Kellner Coupé de número de chasis 41141, retuvo el título de automóvil más caro del mundo durante años, al haber alcanzado en subasta el precio de 9,8 millones de dólares. De hecho, esa venta sigue siendo hoy una de las veinte pujas más altas de la historia.
Costando lo mismo que varios Rolls-Royce a la vez, desgraciadamente nunca gozó de aceptación comercial, mención aparte de que nació precisamente en la época de la Gran Depresión. Ni tan siquiera sus increíbles números, que hoy día, más de 80 años después siguen siendo llamativos, consiguieron que se vendieran más que unos pocos ejemplares de los programados.
Su inmenso motor delantero de ocho cilindros en línea de casi 13.000 centímetros cúbicos proporcionaba nada menos que hasta 300 caballos, para impulsar a esta mole de más de 6 metros de largo. Un detalle poco conocido es que el más reciente EB110 disponía de unas llantas de inspiración directa de las que montaba el Royale.
Con los inmensos motores que sobraron, al no venderse los vehículos programados, Bugatti los empleó finalmente para impulsar nada menos que locomotoras, para la compañía francesa de ferrocarriles.
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