Todos los coches indiferentemente sea su tamaño, ya sea un vehículo pequeño, un camión o autobús y hasta las motocicletas incorporan las luces direccionales o de cruce como se denomina en otros países. Para accionar su funcionamiento se requiere de una labor muy sencilla; solo empujar la palanca ya sea hacia arriba o hacia abajo y en las motocicletas se lleva a cabo direccionando un botón o perillita ubicado en el manillar. No obstante, por muy sencilla que parezca activar su uso, muchos conductores no la utilizan del modo correcto o sencillamente no la usan al cambiarse de carril e ingresan de manera brusca o la defensiva, como ocurre en ciertos países del continente sudamericano. Esto ha traído como consecuencia la causa de accidentes o choques entre vehículos.
Cada componente del coche es importante y desempeña una función específica que genera no solo un mejor funcionamiento del mismo, sino también la prevención de accidentes. Muchos conductores piensan que las luces direccionales no existen y la gran mayoría de ellos caen en el error de porque no vienen autos cerca y solo hay peatones, ciclistas o motociclistas, las luces de cruce no se necesitan. Pero están en un grave error, las mismas son muy importantes pues en el momento menos pensado puede aparecer algo que no vimos a tiempo por alguno de los retrovisores y al darnos cuenta pudiese ser demasiado tarde y producir un accidente. A finales del siglo XIX cuando fue creado el automóvil no disponían de intermitentes ya que para la época era muy bajo el flujo vehicular y los fabricantes de coches no los habían inventado. Sin embargo, a medida que el automóvil fue expandiéndose junto con su uso, el volumen del tráfico crecía de manera exponencial, por lo que hubo de inventar un modo de aviso para que los demás conductores supiesen la maniobra a efectuar, de este modo se crearon las luces direccionales.
Un elemento de seguridad
Las luces direccionales o de cruce es uno de los elementos de seguridad vial más básico, pero a su vez más útil y vital en un coche; la misma indica a los demás conductores y usuarios de la vía hacia donde nos dirigimos y cuáles son nuestras intenciones. Por ello, dichas luces son autoexplicativas y recuerde como dijimos anteriormente que el propósito de ellas es de informar la maniobra que esperamos realizar, de ahí la importancia de accionarlas mucho antes, con tiempo de antelación y no como muchos que caen en el error de activarlas justo en el momento de la maniobra, recordemos que es una luz informativa para que los demás que andan en la vía sepan que vamos hacer y actúen en consecuencia.
Es importante destacar que en la Unión Europea su uso es obligatorio y de no hacerlo pudiese acarrear una sanción o multa. Notemos a continuación algunas situaciones donde el uso de las direccionales ayudarán a tener una mayor seguridad y por consiguiente una mayor fluidez en el tráfico.
Rotondas o Redomas
Son aquellas plazas en forma circular que se encuentran en algunas intersecciones o finales de alguna avenida y cuya función es mejorar el fluido vehicular. El uso de las direccionales es vital en ellas tanto al entrar como al salir de la rotonda. Debemos pensar no solo en el beneficio nuestro, sino también en el de los demás conductores; si usamos las direccionales no sorprenderemos a aquel que espera para entrar en ella ni al que está conduciendo detrás de nosotros. Así evitaremos frenadas bruscas o posibles choques al entrar o salir de la rotonda o redoma.
Autopistas o carreteras
Al querer incorporarnos en una autopista, autovía o carretera es muy importante hacer conocer nuestras intenciones ya que una incorporación bien señalada facilita la maniobra a quienes ya se encuentran presentes en la vía y facilitará el acceso de quienes deseen incorporarse. De igual modo cuando queremos adelantar o rebasar algún otro coche que vaya lento también es aplicable este procedimiento: antes de hacer esta maniobra debemos mirar por los retrovisores, tanto el interno como los externos para cerciorarnos que no tenemos otro conductor muy cerca, después accionamos la luz direccional de la derecha para poner al tanto al que se encuentra detrás que procedemos a adelantar, una vez hayamos rebasado aplicaremos la luz de la izquierda y la cancelamos una vez que ingresamos al carril nuevamente. Esto aplica sobre todo en aquellas carreteras de doble vía.
Giros y cambios de sentido
En otras dos maniobras donde son indispensables las direccionales es cuando queremos hacer un giro en un cruce o cambiar el sentido de nuestra circulación. Es imperioso activar las luces antes de aplicar el freno para reducir la velocidad, así no asustaremos al conductor de atrás ni mucho menos tendrá que aplicar un frenazo por impedirle mantener la distancia con tiempo. Esto también es importante cuando estemos en carretera pues a causa de la velocidad con que se circule, una imprudencia se convertiría en un coctel peligroso que originará un accidente.
Como vemos, el uso de las luces direccionales de nuestro auto es de vital importancia, es un implemento de seguridad que pudiese ahorrarnos un toque con otro vehículo o un posible accidente del cual nos lamentaremos después. Por ello, tenga siempre presente estos consejos y use de manera correcta ese dispositivo de seguridad vial. Es algo muy sencillo y no cuesta nada hacerlo.
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