Desde que salió al mercado el Mercedes-Benz SLK, la moda de los descapotables con techo rígido subió como la espuma. Daba igual su diseño, daba igual el segmento, pero todos querían uno. Esta fiebre recuerda, en parte, a la actual fiebre SUV. Prácticamente todos los fabricantes contaban en su gama con un modelo de estas características, que, en numerosos casos, sustituía a algún descapotable con techo de lona.
300 empleados se quedan en la calle
Hoy el mercado ha cambiado radicalmente, y por ello Valmet no puede seguir manteniendo a la actual plantilla de 400 operarios que actualmente trabajan en la factoría de Karmann. Por ello, se realizarán despidos progresivos hasta 2018, que mantendrán únicamente a 100 personas de las 400 actuales.
Valmet fabrica otro tipo de componentes para la automoción en Polonia, por ello también ofrecerá la posibilidad de relocalizarlos en la planta polaca.
Esta dura decisión llega tras estudiar todas las alternativas. Reconvertir la factoría de Karmann a otro tipo de actividades es inviable, dado el alto coste por hora de trabajo si comparamos con Polonia, por lo que parece que no existe otra salida.
Es una pena tomar este tipo de decisiones. Un cambio de moda que sin duda alguna está perjudicando gravemente a los empleados de la mítica factoría de descapotables.
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