Estados Unidos ha sido el país de preferencia por los cambios automáticos en los vehículos; de hecho, casi todos los coches con dichas transmisiones provienen de allá. Al principio cuando las cajas automáticas comenzaron su historia eran muy toscas y rudimentarias. También tenían la mala fama de que hacían que el auto consumiera grandes cantidades de combustibles, pero al fin, valía la pena pagar el precio por conducir un automóvil de manera mucho más cómoda. Y para muchos principiantes de la época, donde los embragues eran un poco duros de aplicar, la sola idea de que se te apagara en una arrancada en una pendiente y se fuera hacia atrás el auto aterraba a muchos, por lo que el cambio automático poco a poco fue agarrando más adeptos. A continuación conoceremos algunas ventajas que reporta el uso de un coche con cambios automáticos para el día de hoy.
Es más fácil de conducir
Todos sabemos que un coche de cambios manuales dispone de tres pedales: el acelerador, el freno y el embrague. En los cuales el embrague trabaja en conjunto con el pedal del acelerador al aplicar cada cambio. No obstante, un mito dice que si te gusta conducir, el cambio automático no es para ti. Es cierto que conducir un auto con cambios manuales reporta una experiencia única y por así decirlo, muchos sienten que si están conduciendo de la mejor manera al tener el control del auto desde su arrancada y posterior desplace efectuando los cambios de velocidades requeridas de acuerdo a la velocidad desarrollada. Sin embargo, no criticamos ese punto de vista personal pues cada quien es libre de darlo a conocer. Pero no se puede ocultar que los coches que poseen un cambio automático reduce en gran manera el esfuerzo físico ya que no hace falta estar usando el pie izquierdo para aplicar el embrague y mucho menos estar usando las manos cada vez que se requiera hacer un cambio ya sea para subir o para bajar alguna velocidad.
El motor tiene mayor longevidad
Otra ventaja de tener un auto con cambios automáticos consiste en que el motor de tu auto durará más y será más eficiente. Esto se logra ya que los cambios en una caja automática se realizan de forma suave y justo en el momento oportuno. Generalmente en una transmisión manual se trabaja con las revoluciones y muchos dejan revolucionar más de la cuenta un motor logrando con esto un desgaste prematuro de muchas de sus piezas. No obstante, ocurre todo lo contrario en la transmisión automática, sin mencionar una mayor seguridad, ya que el solo usar el pie derecho para acelerar y frenar como dijimos anteriormente no solo supone un descanso para el conductor, sino que también se concentre más en la conducción sin tener que preocuparse por soltar una mano del volante o por estar pendiente de la palanca de cambios cuando este lo amerite.
Algunas transmisiones poseen levas
Actualmente hay diversos tipos de transmisiones automáticas como aquellas que presentan la opción de cambio secuencial, estas se caracterizan no solo por poseer la tradicional palanca de cambios, sino que además, incorporan levas detrás del volante que son dos especies de palancas: una para subir y otra para bajar las velocidades, las cuales podemos usar sin tener que pisar un pedal de embrague físico; aunque este embrague si existe y es controlado internamente dentro de la caja de manera electrónica. Este tipo de cambios ofrece una conducción más dinámica y deportiva que se acerca de cierto modo al cambio tradicional. Otro tipo de cambio que actualmente presenta gran demanda es la de doble embrague (DSG, S-Tronic, PDK, DKG y EDC), de acuerdo a la marca de coches que lo monte. Su ventaja radica en que realiza los cambios en décimas de segundo, reportando así una aceleración óptima, un mejor consumo al compararle con la manual y una mayor suavidad en sus cambios.
Desventajas
Entre la mayor desventaja se cuenta que un coche automático supera en precio de costo al de uno de cambios manuales. Además, por lo general los coches de cambios automáticos gastan más combustibles, aunque las casas fabricantes ya están solventando con éxito no solo este problema, sino también el del nivel de emisiones de gases que contaminan la atmósfera. Las cajas automáticas funcionan con un fluido lubricante, vale decir aceite hidromático, como se le conoce en otras regiones y que es más ligero que el aceite para transmisiones manuales, por lo que cualquier fuga por sí misma es fatal si no se atiende a tiempo y quemará los diversos componentes de la transmisión en caso de no repararla de inmediato.
Una última desventaja radica en el sistema de frenos. Estos sufrirán un mayor desgaste en transmisiones automáticas ya que su uso es extendido, a diferencia de la de cambios manuales en donde se usa con menos frecuencia ya que el cambio funciona a la vez como un freno de motor. Sin duda alguna, las cajas de cambios automáticas han traído una serie de ventajas al mundo automotriz y aunque esto es elección de cada quien y de acuerdo a su presupuesto, no cabe duda que las transmisiones automáticas reportan una mayor comodidad y cansan menos al conductor, sobre todo cuando se encuentra atrapado en esas largas colas en las horas pico en las grandes ciudades. Tomando en cuenta todo esto, bien vale la pena pagar un poco más por una mayor comodidad.
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