La mayoría de las personas tienen diversos gustos que les proporcionan ciertos placeres. Algunos se muestran fascinados con las exquisiteces que les proporcionan las altas gastronomías, otros en cambio son fanáticos a las bebidas alcohólicas y disfrutan cuando degustan algunos tragos en compañía de amigos y familiares; otro de los factores que tiene gran peso es el cigarrillo ya que muchos son adictos a la nicotina. Sabemos que fumar en exceso es nocivo para la salud porque produce o activa las células cancerígenas en el cuerpo humano, sin embargo, a pesar de las advertencias el cigarro se mantiene entre los vicios más populares del momento en todos los países.
Sin embargo, cuando hablamos de conducción es preciso entender que se trata de una actividad que precisa de muchos cuidados, de hecho, las leyes de tránsito son realmente estrictas y prohíben ciertas sustancias y tipos de conducta que a la larga salvaguardan, por así decirlo, nuestra propia integridad física y la de aquellos que nos acompañan en determinado momento; también debemos aclarar que existen "vicios especiales" que son absolutamente prohibidos precisamente por los efectos secundarios que causan en los conductores, y en esta oportunidad analizaremos los más frecuentes o los que más le llaman la atención a las personas.
Alcohol y carretera
Para nadie es un secreto que gran parte de los accidentes viales son a causa de conductores bajo los efectos del alcohol; si bien es cierto que en la actualidad existen muchas campañas en pro de no ingerir licor cuando se conduce, aparentemente a las personas se les olvida la gran responsabilidad que tienen luego que se ponen detrás del volante. Los efectos secundarios que produce el alcohol se pueden enumerar muy fácilmente. Para comenzar, te adormece los sentidos, retardando en gran manera la respuesta rápida ante ciertas situaciones inesperadas. En segundo lugar, produce soñolencia a tal grado de adormecer a los conductores hasta llegar al punto en que se quedan dormidos mientras conducen, y lo peor del caso es que jamás se enteran de qué fue lo que sucedió, si quedan con vida.
Está comprobado que el alcohol es una droga muy fuerte, de hecho, a muchos les causa pérdida temporal de la memoria porque no recuerdan lo sucedido en caso de sufrir algún accidente. El licor no se puede combinar con las actividades de conducción, es tan peligroso como una bomba de tiempo, y cuando explota los resultados son realmente nefastos.
Fumar tras el volante
Es otro de los "placeres" que a la final es tan nocivo y tóxico como lo pueden ser las drogas como la cocaína o la marihuana; fumar cigarrillo o tabaco es tan perjudicial que hasta las mismas cajas o paquetes en donde vienen los cigarros o tabaco vienen con mensajes que expresan "no hacerlo porque es nocivo para la salud". Ahora bien, la interrogante que se suscita es, ¿está prohibido fumar mientras se conduce? La respuesta es bastante sencilla, y basta con llegar a la conclusión de que se puede convertir en una distracción fatal.
El cigarrillo y el tabaco
Así como se comportan los conductores con al cigarrillo o el tabaco existen otras actividades que tienden a distraer a quienes van detrás del volante, y ello es lo que conlleva a que ocurran los diferentes accidentes en las vías; es en estos momentos que la ley entra en acción, y es cuando los oficiales de tránsito analizan las diferentes situaciones y las causas de los accidentes, sancionando a quienes incurrieron en faltas graves, bien sea por descuido o por simple distracción. Tenemos como ejemplo, tanto el cigarro como el tabaco se deben tomar con una de las dos manos; imagínese lo que sucedería si toca maniobrar de emergencia ante cualquier situación que se presente en la carretera, qué hacer con el tabaco, ¿habrá tiempo suficiente de echarlo fuera del habitáculo? O por el contrario, ¿qué ocurriría si se nos cae de las manos en el interior del coche? ¿Correríamos el riesgo de sufrir un incendio? Y si impactamos de manera frontal contra otro coche u objeto fijo y terminamos inconscientes, ¿podríamos sufrir un incendio?
Los códigos de circulación son explícitos y estipulan que toda distracción tras el volante es potencialmente sancionable; es así como podríamos incluir muy bien la práctica de fumar cigarrillos o tabaco mientras conducimos, aunque a la final será la autoridad, en este caso, un agente de tránsito, quien definirá si el conductor ha incurrido en una falta o error.
Recomendaciones finales
Para culminar, y para los que tienen el hábito de fumar, es bueno recordar que cuando lo hacemos corremos el riesgo de quemarnos lo cual se define como un pequeño accidente; si esto nos sorprende corremos el riesgo de volantear peligrosamente por instinto o reacción a la quemada, y ello pudiera desencadenar un accidente muy serio.
Nos queda claro que todos los vicios son malos, no solo porque son nocivos para nuestra salud, sino porque además podría desencadenar en accidentes muy graves, sancionados por las leyes de tránsito, es por ellos que, y como recomendación, les animamos a no poner en riesgo su vida, recuerde que los placeres momentáneos no valen más que su seguridad tras el volante.
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