El Museo del Ferrocarril, con su extraordinaria arquitectura y configuración, acogía en sus añejos andenes varias docenas de modelos, de gran factura y estado de conservación. Era posible encontrar entre la oferta disponible múltiples firmas y épocas, por lo que el mero deambular por sus andenes deparaba grandes sorpresas para cualquier aficionado al automovilismo, tanto clásico como actual.
Amplio catálogo
Entre la oferta disponible para disfrutar se encontraban modelos de diversas épocas, desde una maravillosa y rara unidad de Hispano-Suiza hasta un espectacular Lamborghini Diablo VT, el primer deportivo de la firma del astado en contar con tracción total desde el ínclito LM002.
Reseñable sobremanera los ejemplares de modelos norteamericanos, tan curiosos como mastodónticos para el público español, con estupendas unidades como un Cougar de la extinta Mercury o varios Cadillac de distintas épocas.
Los deportivos europeos estaban bien representados gracias a los eternos Jaguar E-Type o varias unidades del Duetto y Spider de Alfa Romeo. Dos unidades de berlinettas Ferrari V8 añadían la gota de color a una colección de lo más variada, que contaba incluso con los siempre interesantes vehículos de las fuerzas de seguridad del estado, de distintas épocas y configuraciones.
Aparte de la ya de por sí interesante muestra, encontrábamos en la zona exterior diversas actividades y exposición de profesionales del sector, con puestos donde encontrar esos repuestos imposibles de localizar o diversos elementos de memorabilia.
Irónicamente, después de disfrutar entre tanto artefacto de otras épocas, problemas derivados de la tecnología actual no nos han permitido poder mostraros todos los tesoros allí expuestos, por lo que en la galería adjunta encontraréis tan solo las imágenes que hemos podido rescatar.
Imágenes: Valle Consentino
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