En una reciente rueda de prensa, altos directivos de Volkswagen AG han revelado algunos de los detalles de la investigación interna realizada por la firma alemana para esclarecer todos los detalles de la polémica de las trampas de los motores TDI, además de ofrecer un cuidado análisis de la situación desde el origen mismo del problema, hace ya diez años, cuando se decidió resolver el problema mediante argucias electrónicas.
El origen oficial del problema es bien conocido, en Volkswagen AG estaban fuertemente decididos a vender sus motorizaciones diésel en Norteamérica. Mecánicas muy reputadas en Europa, pero que en un mercado como el estadounidense son prácticamente anecdóticas, además de contar con unas normativas de emisiones mucho más exigentes que en Europa, sobre todo con los gases NOx.Por lo que ante la imposibilidad de poder lograr los objetivos en cuanto a reducción de emisiones con el tiempo y presupuestos marcados, simplemente optaron por ejecutar las trampas de software que ya todos conocemos a día de hoy. Esta información era bien sabida por todos desde hace semanas, pero es la primera vez que un responsable del Grupo VAG la afirma en público a nivel oficial.
En la misma rueda de prensa, el Presidente de Volkswagen AG, Hans Dieter Poetsch, afirmó que la compañía cree que los responsables del software ilegal representan un número relativamente pequeño, cuya tarea fue propiciada por una serie de errores en cadena, que se dilataron a lo largo de toda la década que duró la trama.
Detalles
Tres meses después de que saltara el escándalo, con el comunicado de la EPA y el CAARB, la investigación se ha saldado con 87 entrevistas a empleados hasta el día de hoy, recabando datos de 1.500 discos duros, teléfonos móviles y otras fuentes de hasta 380 empleados. Según el Grupo VAG, la información estudiada por los hasta 450 investigadores implicados puede llenar hasta 50 millones de libros.
Por el momento, la investigación ha tenido como consecuencia directa la destitución o suspenso de nueve directivos, de los que todavía no se ha aclarado si realmente participaron o solo conocían el engaño, además de las reseñables renuncias del cabeza visible del Grupo, Martin Winterkorn, y el responsable del departamento de Investigación y Desarrollo de Audi, también miembro del Consejo de Volkswagen, Ulrich Hackenberg, el máximo responsable de ingeniería del grupo y a la que le pertenece al autoría de la política de plataformas compartidas del grupo.
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