Los científicos defendían su publicación basándose en que esta información debería hacerse pública para demostrar la fragilidad de este sistema, mientras que, como es lógico, Volkswagen se a afanado a ocultar dicha información, tratando así de evitar una mas que posible oleada de robos. Gracias a este algoritmo, y con los conocimientos necesarios, harían que los inmovilizadores electrónicos no sirvieran de nada, dejando completamente desprotegido el coche.
No es el final
Pese a que Volkswagen ha conseguido paralizar esta publicación, hay algo evidente, y es que la protección antirrobo de los Volkswagen ha quedado en evidencia, y parece fácilmente vulnerable con los conocimientos adecuados.
Y ahora ¿cual sería la solución? Esta claro que si hay una solución, esta no es sencilla, ya que cambiar el algoritmo en todos los coches producidos supondría un autentico quebradero de cabeza, obteniendo un resultado poco satisfactorio, porque se podría volver a averiguar. En cualquier caso esperemos que Volkswagen solucione este problema, evitando que sus usuarios sufran posibles problemas o robos en sus vehículos.
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