En los últimos años se han producido muchos modelos, pero algunos se han quedado en el camino de la producción en serie. En Volkswagen saben lo que han hecho a lo largo de los últimos años. Este es el caso del Phaeton, que fue un vehículo clave en el segmento Premium, siendo la primera berlina de lujo donde la tecnología y la alta calidad estaba en un primer plano. El sucesor del Phaeton quedó reservado a ser un producto único y exclusivo para que la marca se centre en su ofensiva de movilidad eléctrica
El modelo conducible del Phaeton D2 fue precedido por un proceso de selección interno para elegir entre cuatro conceptos diferentes. Se construyó el prototipo próximo a la producción en serie, basado en la plataforma longitudinal modular (MLB). Eso si, no hay que olvidarse de que este tipo de vehículo no entran dentro de las necesidades de Volkswagen, donde la electrificación estaba en un primer plano.Con unas medidas de 5,06 metros de longitud, 1,90 metros de anchura y 1,45 metros de altura,y una estética discreta, sorprendían por sus faros. Los suaves contornos de la carrocería albergaban un interior que reinaba elegancia. Elementos cromados, chapa de madera de hasta 30 capas de material y cuero, hacían que fuese la referencia por sus calidades.
En el momento de escoger el modelo y su configuración, los usuarios podían escoger entre dos motores de gasolina atmosféricos y un TDI. El motor de entrada era el compacto 3.2 V6, cuyas bancadas de cilindros estaban dispuestas en un estrecho ángulo de 15 grados entre sí; y tenía una potencia de 177 kW (241 CV). El segundo motor de gasolina, el W12, también era inusualmente corto. Este motor generaba 309 kW (420 CV) a partir de una cilindrada de seis litros.
Por su parte, el motor TDI era un V10, que contaba con una capacidad de cinco litros, dos turbocompresores con geometría de turbina variable, una potencia de 230 kW (313 CV) y un par motor de 750 Nm, este motor convirtió al Phaeton en la berlina diésel más potente del mundo en su momento.
Artículos recomendados