Volkswagen Group ha emitido finalmente la lista de modelos afectados por irregularidades en sus cifras de CO2, modelos registrados en Europa y que hace tan solo unos días declaraba la compañía alemana que había descubierto problemas también en las cifras de CO2, en su investigación interna por el escándalo del software que instalaban los motores 2.0 TDI en los Estados Unidos.
Tras declarar que podrían haber hasta 800.000 ejemplares afectados, al final han resultado ser, por las cifras que ahora declara la firma, poco más de la mitad de ese número, viéndose afectados unos 430.000 unidades en Europa.
Lo que sí llama la atención es la cantidad final de motores afectados, tanto de gasolina como de gasóleo, de las marcas Volkswagen, Audi, Skoda y SEAT, todos ellos modelos 2016.
La lista de modelos completa la puedes encontrar en este PDF, en la que hay numerosos modelos de las cuatro marcas generalistas del Grupo.
Además de verse afectado el motor de gasolina de 1.4 litros previamente anunciado, ahora encontramos como hay otros bloques también del mismo combustible en el listado como el pequeño tricilindrico 1.0 TSI que podemos encontrar en el Ibiza o el Polo, el cuatro cilindros 1.8 TFSI que podemos encontrar en el SEAT León y el 2.0 TFSI que montan el Golf o el Passat. También se encuentran en el listado los motores 1.2 y 1.4 TSI que montan algunos Volkswagen.
Por marcas encontramos 282.000 ejemplares pertenecen a la firma Volkswagen, 32.000 SEAT, 83.000 Skoda, y en menor medida los Audi, con 16.000 unidades afectadas. Aunque no todo son turismos ya que también se encuentran vehículos comerciales ligeros como las Volkswagen Caddy y la Multivan.
El escándalo de las emisiones de CO2 se suma a la polémica del software que equipan los motores diésel, tanto en los Estados Unidos como en el resto del planeta y que afecta hasta 11 millones de unidades globalmente.
Precisamente hace unos días la prensa alemana desvelaba que según fuentes cercanas a los ingenieros de la marca germana, el origen del fraude con las emisiones de CO2 se debía a la imposibilidad de conseguir los objetivos marcados desde la dirección de la compañía, lo que bajo amenaza de despido, les obligó a emplear trucos como sobreinflar los neumáticos y mezclar gasóleo con el aceite lubricante para que el motor girara más ligero, y poder pasar las preceptivas pruebas.
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