Los amantes de los clásicos sabrán lo costoso que es mantenerlo, y lo difícil que es encontrarle cada una de la piezas cuando se necesitan. Esto se convierte en un problema hasta para las mismas empresas que fabricaron esos modelos algún día, y es que se les ha hecho casi imposible atender a esta clientela tan singular.
Como Volkswagen no se escapa de ser uno de los afectados, pensaron en ciertas ideas que los llevaron a un genial proyecto en el que comenzarán a trabajar para terminar con la molesta falta de autopartes. Es allí donde aparece como una "señal del cielo" la útil impresión 3D.
El proyecto 3D
El plan de la empresa alemana comienza con la iniciación de un proyecto piloto en el departamento de Desarrollo y Planificación Tecnológica en Volkswagen AG para poder producir y recrear una innumerable cantidad de repuestos teniendo como medio la impresión 3D.
"Esta técnica se había utilizado hasta ahora solamente en las áreas de construcción de prototipos y equipamiento. Queremos aplicar estos conocimientos para la producción de piezas de recambio", se dijo de manera informativa desde el mismo consorcio germano. Como pruebas en la iniciación del proyecto, Volkswagen tan sólo tiene la intención de confeccionar lotes pequeños de refacciones. Luego de eso, comercializarlos en las tiendas especializadas como si se tratase de cualquier otro recambio.
La pieza piloto
Para poder llevar a los hechos todo este plan riguroso que tenía en mente la empresa automotriz, utilizaron como pieza piloto del proyecto un adaptador original del coche Volkswagen Corrado con tapicería de cuero. Tuvo como sitio predestinado el espacio entre el regulador y la manecilla que suben los vidrios del coche y evita el daño producido por la fricción de la manecilla en la tapicería de cuero que se encuentra en ese área de la puerta. Para que esto se diera como una obra bien hecha y aprobada se le impusieron tres requisitos que demostrarían su eficacia: no tener visibilidad en el momento de la instalación, una relación mínima, en cuanto a seguridad se tratase y que el tamaño fuera lo más reducido como se fuera posible (este primer recambio mantiene el tamaño de una moneda de un céntimo).
Percances y soluciones
Aunque al principio algunas de las pruebas no salieron como se deseaba, porque la impresión heredaba algunas fallas existentes en la pieza original, los germánicos no se queradon de manos atadas, y continuaron trabajando con la finalidad de refinar el proceso de impresión.
Feliamente al final todos los inconvenientes encontrados en el camino tuvieron solución, tomando acciones mediante el propio tratamiento 3D de la pieza, y siguiendo los esquemas originales.
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