El nuevo modelo, que denominan XL2, emplearía las zonas delantera y trasera del bastidor del ultra-tecnológico biplaza XL-1, eliminando la zona central realizada en carbono, rediseñándola en acero para poder albergar el nuevo habitáculo, que curiosamente no perdería su particular configuración de asientos no alineados, para no interferir en la anchura del modelo y por tanto no aumentar la superficie frontal, responsable en parte del bajo coeficiente aerodinámico del VW.
Contando con un desarrollo apropiado de los pequeños motores del XL-1 para responder ante las nuevas exigencias, el nuevo e hipotético XL-2 mantendría las impresionantes cifras de consumo de combustible que el tecnológico biplaza, tan solo un litro cada 100 kilómetros, tarea bastante más compleja de lo que pudiera parecer en un principio para los ingenieros de Wolfsburg.
A la vanguardia
Según Autocar, con este proyecto los responsables de VW darían respuesta al futuro FCV de Honda y el nuevo modelo de Toyota alimentado por hidrógeno, tratando de estar a la vanguardia en el terreno de los vehículos ultra-eficientes, aunque partir de la base de un modelo de más de cien mil euros no parezca la manera más correcta comercialmente hablando.
A nivel técnico es más probable que el nuevo modelo, en caso de existir finalmente, se base en parte de la tecnología y la experiencia desarrollada en el proyecto XL-1, ya que evolucionar este hacia un modelo berlina se nos antoja no solo harto complicado técnicamente, sino inviable comercialmente.
Fuente: Autocar
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